Ecuador / Domingo, 12 Octubre 2025

De todos menos conductores

Tv o no tv

Empecemos por lo formal, el conductor de un programa de televisión o radio es el que puede llegar a mezclar todas las herramientas de un buen locutor y un excelente animador, y que pueda desarrollarse en un tema específico para conducir un programa determinado: política, deporte, sociales, farándula, entre otros estilos. Asimismo, el conductor puede realizar entrevistas específicas al invitado ya que es experto en el tema, puede hablar de un tópico específico porque es profesional o conocedor de la materia que le lleva a través del programa. Pero, quién está a ese nivel en la televisión nacional. Lo ha intentado sin éxito el Pato Borja, lo logró adecuadamente Xavier Pimentel y superó la prueba con creces Roberto Álvarez, mención de honor merecen Alfonso Espinosa de los Monteros y Estéfani Espín.

Y es que los realities de canto como el ya terminado Tumbao, el que recién empieza su tercer ciclo, Yo me llamo, y el concluido con dos temporadas de buena aceptación popular, Ídolos, merecen conductores, por lo que no era muy descabellada la intervención del actor Roberto Manrique como rostro y voz de Tumbao. Alguien debe decirlo ya, en Ecuador tenemos excelentes locutores, de todas las diferentes especies, pero ello no garantiza que haya conductores de televisión adecuados para los proyectos “originales” que los canales conciben para mantener embelesadas a las audiencias sin que parpadeen ni un segundo. Sin ambages, los noticieros de farándula o prensa rosa, además de un urgente reformateo en sus contenidos, requieren de conductores con un alto grado de preparación no solo de personajes de categoría por su trayectoria en teatro o televisión, Oswaldo Segura y Marián Sabaté, o jóvenes capaces de manejarse bien ante las cámaras y con talento para hacer notas, Emilio Pinargote, Gabriela Guzmán, Denisse Arce, Paola Maya. No importa que ya haya talentos de pantalla en crecimiento y preparándose académicamente como Jorge Heredia o Denisse Angulo, los conductores ya deben estar formados antes de ser puestos frente a las cámaras no hacerse camino al andar.

Hay poquísima cultura general y etiqueta, no solo con respecto a modales sino especialmente a dicción, en las personas que llevan adelante los diferentes segmentos de un reality de canto o noticiero de farándula. Todo es baile, chismes y rumores, chacotada, gritos no justificados y seudoanálisis de vidas privadas de personajes que no pueden ni deben ser modelos a seguir para nadie. Siempre uno se queda preguntándose qué autoridad tienen las figuras seleccionadas para encabezar un espacio televisivo de dos horas o más de duración. Y también salta la duda de si es mejor que sean animadores o conductores.

Los canales se inclinan por animadores y eso se demuestra en TC Mi Canal con Gabriela Pazmiño y Ronald Farina en Soy el mejor y Apuesto por ti, respectivamente. Hay que añadir que las revistas matutinas y los realities de talento también funcionarían mejor con conductores. Bueno, Ronald Farina intenta conducir Apuesto por ti, pero es gracias a las intervenciones enciclopédicas de Richard Barker que el espacio no queda como una vacía muestra de habilidades peculiares.

Algunos profesionales dirán que no pueden ser muy formales en televisión, que se requiere del ocasional bailecito, chiste desgastado o broma con los personajes detrás de cámaras para generar interactividad en estudio y mantener cautivo al público. Cuando la realidad es que el público se está quedando con lo que le dan porque hasta ahora no hay una contraoferta. Ciertas propuestas interesantes solo se ven en las versiones internacionales de los canales VHF, Ecuavisa Internacional principalmente, o en los del espectro UHF, en canales como Canela o RTU. Aún más sorprende cómo espacios de humor como No-Ticias y el desaparecido PHD sí pueden tener un conductor aunque él asuma su rol desde el humor negro o la sátira política.