La película ecuatoriana ‘Mejor no hablar (de ciertas cosas)’ ha recorrido al menos tres continentes y uno de su protagonistas, Víctor Aráuz, es uno de los principales rostros de la nueva televisión y el teatro ecuatoriano. Es conocido por su paso por el ITV, instituto que lo reconoció con un Premio ITV a la trayectoria en 2013, por lo que muchos medios asumen que es guayaquileño, pero en realidad es fluminense de pura cepa, nace en Buena Fe y vive hasta sus 19 años entre Quevedo y la primera ciudad, en Los Ríos. Como director teatral ya tiene algunas obras cómicas a su haber con su grupo Actantes, conformado también en el ITV, y recientemente dirigió su primer drama en el Teatro Experimental del Centro de Arte, Toda esta larga noche, de Jorge Díaz. Muchos lo conocen por las obras de Actantes, sobre todo Al sur del Pozo y Shuaaa, Monologueros, una obra teatral realizada por Francisco Pinoargotti que alista nuevas funciones, la obra Perros de Jaime Tamariz, junto a David Reinoso, y en sus participaciones en los elencos de La pareja feliz, como el loco Lorenzo y Vivos de Teleamazonas, donde logró mayor notoriedad, especialmente como La Michi y El Fusilero. Sin embargo, también imparte cátedra una vez a la semana en el ITV y esporádicamente ofrece talleres de manera independiente.
En 2013 causó furor mediático, no solo porque integró el elenco protagónico de Mejor no hablar (de ciertas cosas), sino por ser parte de un stand up comedy interpretando a La Michi y haciendo dupla con La Mofle. Anda como cualquier abejita ocupada, incesantemente creando y más que seguro que su formación como técnico medio superior en Actuación y Dirección Escénica es la que sostiene su perenne presencia en la televisión y el cine ecuatorianos. No es gratuito que sea uno de los personajes y personas que marque una época en la televisión nacional considerando sus apariciones en Ecuavisa, la última con permiso de Teleamazonas: Su primer aparición fue a los 19 años en De la vida real, a los 23 años fue director del taller de teatro de actores para la serie Súper Papá, donde interpretó a Ramiro, un mensajero, también fue parte de la telenovela El Secreto de Toño Palomino, y apareció como un detective drogadicto en uno de los dramatizados de la serie Secretos que dirigía Peky Andino. Su calidad actoral es consciente, consistente y coherente.
Sus personajes no son exentos de polémicas ya que una de las denuncias que se maneja en la Supercom contra el programa Vivos tiene que ver en buena parte, no exclusivamente, con La Michi y su caracterización del payaso borracho Tilón, parodia del payaso Tolín, quien es padre de Estrellita Solitaria, generó rechazo del gremio de payasos que criticaba dicho personaje. Aún así Aráuz no pierde ni la buena onda ni el buen humor que lo caracteriza, y cada entrevista que da en medios audiovisuales aprovecha para mostrarse tan sencillo y humilde como siempre, haciendo cuñas de todos sus trabajos en cine, teatro y televisión. Tan sólido es su humor que luego de Mejor no hablar (de ciertas cosas) conformó la banda de rock de cuatro integrantes Los Propios, la misma de la película, en la cual él es vocalista y escritor de las letras, pese a no tener experiencia en la música.
No es el mejor actor del mundo ni del país, pero su acertada inclusión en el elenco de Vivos, dotó de nueva vida al espacio cómico que había caído en una ligera rutina y buscaba reformularse con la salida de uno de sus principales creativos y la llegada de Xavier Pimentel a la Dirección de Contenidos de Teleamazonas. La Michi copa los espacios de prensa rosa y realities de baile de Canal Uno y tiene un tema musical en el que acrecienta la fama de sus frases más conocidas por los televidentes.
Y es que Víctor Aráuz es, como lo dice el nombre de su lugar de nacimiento, alguien de buena fe. Al parecer, Aráuz hace lo mismo que espera de los televidentes, divertirse.