Que un concierto de Led Zeppelin pueda apreciarse en la pantalla gigante no es algo nuevo. Ni siquiera lo es para el mundo del rock que ha generado documentales tan famosos como el ‘Woodstock’ en 1969 por citar solamente uno.

De hecho, en aquel año empezó a gestarse el primer experimento fílmico de los ‘zeps’, a través de Peter Grant, el mánager de la banda. El primer intento fue el de enero de 1970 con un rodaje en el Royal Albert Hall, a cargo del director Peter Whitehead y el productor Dorfman Stanley, pero consideraron que la iluminación de entonces era pobre. Como proyecto fílmico quedó en ‘stand by’, pero con el paso de los años se remasterizó en un DVD hace nueve años.

La idea de llevar a Led Zeppelin a la gran pantalla aún quedaba flotando. Sucedió que se filmaron los conciertos de los días 27, 28 y 29 de julio de 1973 en el Madison Square Garden de Nueva York. Ese material se convirtió tres años después en el documental ‘The Song Remains the Same’, que fue dirigido por Peter Clifton y producido por Grant.

‘The Song Remains the Same’ se estrenó el 20 de octubre de 1976 en el cinema I, en Nueva York, y dos semanas después en el West End Cinema Warner londinense.

Ahora, con este antecedente, vayamos al ‘Celebration day’, que uno de los cines ecuatorianos ha presentado y no es más que el  reencuentro que hubo hace cinco años con el cantante Robert Plant, el guitarrista Jimmy Page y el bajista John Paul Jones, más la colaboración de Jason Bohnan como baterista en reemplazo de John ‘Bonzo’ Bonham, su fallecido padre.

Ocurrió en el O2 Arena inglés ante 18 mil afortunados (lo fueron porque hubo una sobreventa de entradas en cuestión de horas) que vieron la actualidad de Led Zeppelin. Todo un documento histórico para quienes nunca los vieron a los ahora sesentones músicos -con expeción de Jason- en su apogeo.

Se puede decir que técnicamente la filmación es perfecta. La realización y posterior montaje de la misma en todo momento se tiene claro es que se trata de plasmar cómo eran los conciertos de la banda británica.

El objetivo es que el espectador se meta en las entrañas ‘zeppelianas’ durante un par de horas para que tenga la sensación de haber sido uno de los 18 mil que estuvo aquel 10 de diciembre de 2007 en el O2 Arena o en el Madison Square Garden hace 36 años.

Pese a que en 2007 Led Zeppelin se habían tocado juntos durante 28 años tras la muerte de ‘Bonzo’, se puede percibir -incluso en extractos de YouTube- a un Plant que todavía conserva los registros altos de la década del 70 y a un Page, que empieza lo más impecable posible -en cuanto a pinta- con saco y chaleco negros, más una camisa blanca.

Al final queda solo con esta prenda, desabotonada, con la misma esencia de hace más de 30 años. Y claro no podían faltar los solos -en los que solo con los ‘zeps’ se transformaba en un guitarrista de otra galaxia-, utilizando el arco de violín y el theremín para canciones como ‘Whole Lotta Love’ o la Gibson de doble mango en ‘Starway to Heaven’.

Esas apenas fueron un par de las 16 canciones que extrajeron de sus  discos Led Zeppelin II, III y IV, del Physical Graffitii, House in the Holy y Presence. De esos álbumes se aprecia un inicio contundente con ‘Good Times Bad Times’ y un final tanto comercial como predecible con ‘Kashmir’, ‘Whole Lotta Love’ y ‘Rock and Roll’ en un día para la celebración de un Led Zeppelin inmune al paso del tiempo (o una noche, depende a que hora y en qué sala vea el ‘Celebration Day’).