Sonia Villar no solo puede darse el lujo de decir que ella fue una de las primeras actrices que con solo seis años apareciera en la televisión ecuatoriana como protagonista del segmento Caperucita roja, sino también ser considerada como una de las mejores animadoras y más queridas en el país.

Esto último se lo permitió su paso por el programa concurso La Feria de la Alegría, con el que es recordada.
Alejada del país desde hace  11 años, Sonia está de vuelta para presentar hoy, a las 21:00, un show sin censura, en La Posada de Las Garzas, donde contará chistes, los dramatizará e interpretará canciones de antaño como ‘Grande grande’, actuales como ‘Un día de suerte’, de Alejandra Guzmán; las clásicas ‘New York, New York’, ‘I will survive’, y folclóricas de distintos países. Al mismo tiempo aprovechará para presentar el tema ‘Ella es mamá”, que se desprende de su último disco.

La faceta de cantante, que si bien para algunos suene como nueva, no lo es. Sonia cuenta que en sus inicios en la televisión llegó a combinar la música con la animación.

Siendo una adolescente, recuerda que lanzó un disco ‘Grande, grande’, que era una canción de un italiano. “Este tema también lo grabó Silvana di Lorenzo y Vicky Carr. Mi versión  no pegó en Ecuador, pero sí en Colombia”.

De hecho, cuenta que cuando animaba La Feria de la Alegría, en un par de ocasiones se presentó en el segmento ‘Alegrísimo’ que conducía su amiga Hilda Murillo. Lo mismo ocurrió cuando fue presentadora del programa A todo dar.

Cuenta que su regreso al país se da luego de que hace dos meses en la fiesta de una amiga, para la que vino exclusivamente coincidiera con Hilda Murillo y Fresia Saavedra. “Entre los invitados de la fiesta estaba la mamá del presidente Correa, las tías de los Patiño y ellas. Hilda me dice: ‘vienes aquí y cuando yo te llamo no dices nada’. Entonces arreglamos para que regresara en septiembre”.

Y así ocurrió. Sonia, quien lleva tres días en el país, tiene planes de volver para quedarse por más tiempo. Adelanta que para que eso suceda prepara un programa al estilo Susana Giménez, que piensa proponerlo en varias cadenas de TV.

Sonia recuerda que la primera vez que dejó Ecuador fue en el 65. “Viajé porque mis hermanas mayores tenían sus esposos y me llevaron a Costa Rica. Trabajamos en teatro y televisión. Terminó nuestro contrato y viajé a Nueva York, donde estaba mi padre Paco Villar”.

Allá -dice- uno de los auspiciadores del programa, que era ecuatoriano y fanático de mi papá, me propuso ser coanimadora junto con Gaspar Pumarejo. “Me mantuve trabajando en televisión, haciendo shows en night clubes en Nueva York, en  programas de Canal 41 como Mi Ecuador, donde presentaba  a los artistas que llegaban a ese país. También fui coanimadora con Enrique de La Torre en Hit, del Canal 47”.

Tras su paso por allí, a su regreso a Ecuador, Sonia cuenta que le ofrecieron ser parte de La Feria de Alegría. “Este fue como un reencuentro con mi tierra. Ahí empecé con un personaje de ‘Felita’, una barcelonista de Calceta”.
Allí permaneció varios años, para luego trasladarse a TC, donde llevó la propuesta de A todo dar. “Había tenido un día pésimo así que decidí ir a Barricaña y ahí me puse a escribir A todo dar, una canción bien triste, pero que tenía una parte pequeñita, bien alegre, la cual fue usada como promocional del programa.

Cuando la escribí pensé que sería bueno un programa con ese nombre. Ya en mi casa escribí el programa. A los 3 meses me topo con Polo Baquerizo y le pregunté si había la posibilidad de llevarla como un proyecto a Jorge Kronfle. Se lo propuse y le gusto, el problema que se presentó fue que me pidió que quería la pareja completa con Marco Vinicio.

Durante dos años su idea le hizo alcanzar el más alto rating al canal y mientras eso ocurría, La Feria de la Alegría empezaba a perder audiencia y a ella a permitirle consolidarse como una de las animadora más queridas. Una que hoy está de vuelta, para mostrar su faceta como cantante.