Sara Ontaneda es consciente de todo lo que ocurre en el mundo, y más en Estados Unidos, donde reside hace casi siete años. Y eso tiene que ver con los sesgos de racismo que aún existen en ese país, evidenciados en las declaraciones contra los mexicanos que el año pasado hizo el magnate Donald Trump cuando anunció su precandidatura para la presidencia de Estados Unidos. Tiene que ver también con las balaceras en barrios y colegios y hasta con el terrorismo que también afecta a otros países, como Francia.

No obstante, ella prefiere ver el lado bueno del mundo en que vive. Y lo hace a través de su música, de ‘Aprovechar’, una de las 10 canciones que tendrá su primer disco de larga duración, pero sin descuidar la promoción de Marte y Júpiter, su EP de 5 melodías que lanzó hace algunos meses.

“Aunque ‘Aprovechar’ se inspiró en el odio que nos rodea, su contenido tiene como objetivo motivar a que la gente aprecie las diferencias de unos con otros, esas bellezas que nos hacen suspirar. Existe mucha diversidad étnica, de lenguajes, de expresiones, incluso artísticas. Es cuestión de aprovechar lo que se ve, de apreciar el colorido de la naturaleza, de todo”, explica la cantautora, quien pese a que nació en Miami el 11 de diciembre de hace 26 años, se siente muy ecuatoriana porque gran parte de su vida se desarrolló en Guayaquil. Ahí está su familia y amigos, a quienes visita semestralmente, dos veces por año.

La artista de voz cadenciosa y de mezzosoprano al cantar, que siempre va acompañada por su guitarra acústica y entona con estilo ‘fingerpicking’ (es decir, pulsando las cuerdas graves con su pulgar derecho, mientras que el resto de dedos recorre las agudas) revela que hace un par de meses empezó la preproducción del próximo disco con la ayuda de su hermano menor Sebastián Ontaneda, quien es productor. A él se añadirá el cuencano Daniel Alba, quien reside en Nueva York.

“Será un trabajo diferente a Marte y Júpiter. Es más ambicioso y menos minimalista. Ahora las canciones tendrán más volumen, más cuerpo, a través de instrumentos de viento, como saxofón, trompeta y otros, pero sin descuidar lo folk que la da la guitarra. Las canciones tendrán percusión. Otro detalle es que no será casero como ocurrió con Marte y Júpiter. De hecho, estoy en la búsqueda de un estudio en Nueva York y de los músicos de sesión. Fijos están Alejandro Zorrilla, quien es un bajista uruguayo, y Fabio Rojas, percusionista venezolano que trabajó conmigo en el EP”, explica la cantante, quien tiene como referentes a la estadounidense Alela Diane y las británicas Laura Marling e Isobel Anderson.

‘Guíame’ será el primer sencillo promocional. “Tiene un tono espiritual. Se inspiró en un pensamiento y es acerca de cómo exteriorizar sentimientos, de cómo afrontar un pesar. No es que me haya pasado, pero es algo por lo que todos pasamos en algún momento. Es una canción que tengo en la plataforma digital Soundcloud. Ahí se la puede escuchar, pero en una versión demo con arreglos de mi hermano”. Otra de las canciones que constarán en el álbum es ‘Huecos’, que sus fans ya la conocen.

“La toqué por primera vez en agosto pasado durante un concierto en Diva Nicotina. Me basé en la historia de una amiga, quien tuvo que luchar mucho por su sueño de artista en Estados Unidos. Eso me inspiró para rendir un homenaje a las mujeres valientes que se arriesgan y deciden dejar muchas cosas con tal de alcanzar sus sueños. Ocurre que en ocasiones el idioma se convierte en un límite y en otros es la falta de recursos económicos que lleva a las personas a trabajar en oficios muy distantes a la música -este último caso fue el suyo-. Aunque no tuve esas dificultades, me identifico mucho con esa canción”, afirma la cantautora.

Sara vivió durante más de un lustro en Boston, donde estudió en el Berklee College of Music. Desde hace unos meses reside en Nueva York, una de las locaciones donde se rodó el video de Marte y Júpiter. Esa es otra historia. (I)