El Telégrafo
Ecuador / Lunes, 25 de Agosto de 2025

‘La voz del trópico’ es el nombre de la primera radio en la que trabajó el locutor y presentador de televisión Robin Martínez cuando tenía 18 años.

En ese medio, ubicado en la parroquia San Camilo (Quevedo), ingresó como Dj, pues -según el dueño de esa radio- “no servía como locutor”.

Sin embargo, confiesa que esas palabras que en un principio lo deprimieron, fueron las que también lo alentaron para prepararse y mejorar su voz, sin dejar de lado su etapa de ’pincha discos’ y de animador de eventos en pequeños pueblos, con lo que se mantenía.

Aunque nació en Ambato, desde los 7 años se radicó con su familia en Valencia (Quevedo), en donde ganó experiencia en varios radios.

Ingresó hace alrededor de 20 años al imperio FM. Ahí debutó como locutor con cuatro personajes en una radionovela. Luego animó el espacio cómico ‘Locos en la radio’, en el que contaba cachos.

Pero el salto de un medio local a uno de cobertura nacional se dio cuando el locutor Steward Garrido, de Radio Majestad, lo escuchó mientras viajaba desde Guayaquil a Santo Domingo y pasó por Quevedo.

Para cuidar su voz, el presentador y locutor no fuma, ingiere pocos alimentos fríos y toma miel de abeja.

El estilo de Robin le llamó la atención desde un principio, tanto así que buscó cómo contactarse con él para proponerle que se integre al equipo de Majestad.

“Recuerdo que Steward me llamó un viernes para conversar. Ese día tomé mis maletas porque me iría el fin de semana a Santo Domingo, pero ese viajé se alargó por un año porque acepté el trabajo y me quedé en la ciudad. Lo mismo pasó un año después cuando me enviaron a la radio Majestad de Quito por un fin de semana, pero ya han pasado 15 años de eso y no regresé más a Santo Domingo”, recuerda Robin.

Tras permanecer seis años en Majestad, se integró a Radio Kiss, medio en el que dice logró el reconocimiento al conducir ‘Morning show’ durante cinco años. Luego pasó a Los 40 Principales, en donde se familiarizó con las ventas y la publicidad.

“En esa época mis ingresos económicos se fueron al diablo porque no soy bueno para las ventas, como vendedor soy buen locutor. Eso es algo que no entienden los dueños de los medios, nosotros somos locutores no vendedores”, manifiesta.

Pero su suerte cambió cuando su compañero Roberto Rodríguez, locutor y presentador experto en publicidad, le dio una lista de productoras audiovisuales a las que podía visitar.

“El primer mes no grabé nada, no me llamaban, pero después empecé hacer las voces de publicidades para radio y televisión, locución institucional, actuación y demás cosas. A partir de eso me di cuenta que era un negocio lucrativo, y es de lo que vivo”, dice.

Parte de su preparación de locución comercial la tuvo con cursos dictados por Raúl Gutiérrez, una de las voces de Discovery Channel y de los documentales de NatGeo (National Geographic).

“No estudié radio, pero lo hago por el amor que siento por este medio, que es mi vida. Cuando estudiaba ingeniería en sistemas en la Universidad Politécnica me sentía tan deprimido porque no me gustaba y me ganó la locución, aunque todos me decían: estudia, ponte un negocio, de la locución no podrás vivir. Cada vez que escuchaba eso, más me preparaba, porque si fuera un ingeniero no sería feliz. Actualmente tengo siete meses de no hacer radio, desde que salí de Francisco Stereo, y extraño mucho todo ese mundo. Mientras la escucho en el carro o en la casa me voy imaginando cómo presentar un tema o las canciones que programaría. Pero también me divierto haciendo comerciales, hasta el momento he grabado cerca de dos mil con marcas nacionales y extranjeras. Dejé la radio por la televisión porque era un nuevo reto”, refiere.

‘Cuando audicioné para ‘Al son de un nuevo día’ no tenía esperanzas que me escogieran porque pensaba: con esta pinta no voy a entrar a la televisión”

‘Al son de un nuevo día’, de GamaTV, es el espacio que logró que Martínez se desprenda de la radio, a la que considera su mayor pasión. Hace un año audicionó para formar parte del espacio, después de una recomendación que hizo el productor Emilio Mejía.

“Cuando hice el casting no tenía ninguna esperanza de encajar porque pensaba: con esta pinta no voy a entrar a televisión”, comenta entre risas.

Sin embargo, una semana después de dar las pruebas lo llamaron para que forme parte del equipo de animadores y reporteros del espacio matinal, en el que se encarga de hacer notas de turismo y deportes extremos.

“Me tocó hacer de todo, he aprendido muchas cosas, sobre todo a perderle miedo a las alturas porque he hecho parapente, rappelling, canyoning, y pronto haré un salto en paracaídas”, comenta Robin, quien durante la mañana se dedica al programa de televisión y por las tardes a grabar su voz para las marcas que lo solicitan, siempre y cuando no esté visitando alguna ciudad ecuatoriana, pues su trabajo en GamaTV se centra en realizar reportajes de lugares turísticos no tradicionales.

“En el segmento ‘Tierra linda’ no nos vamos al típico Atacames, sino a otros sitios que la gente no conoce, para que sepa qué puede hacer en ese lugar y sus delicias”, añade el presentador, quien literalmente expresa que el fin de semana “se saca la madre descansando”.

Pasar con su esposa y sus dos hijas, de 12 y 8 años, es lo que más disfruta cuando no trabaja. Aunque en distintas ocasiones le han pedido que sus hijas graben voces al igual que él, prefiere no involucrarlas en el medio.

“La obligación y el trabajo de mis hijas es jugar y estudiar. Han hecho grabaciones a manera de juego, pero no quiero que eso vaya degenerándose porque van a tener dinero desde muy temprana edad, eso cambiaría su ritmo normal de vida y no quiero que sean estrellas infantiles. Si luego quieren ser parte del medio las apoyaré, pero el trabajo tienen que ganárselo, no por recomendaciones, tienen que saber cómo conseguir un empleo y ser buenas en lo que hacen”, sostiene el locutor, quien aclara que espera mantenerse por más tiempo en televisión y en un futuro animar un programa-concurso porque le gusta interactuar con el público y se considera ‘amiguero’.

“Primero está mi familia y luego el trabajo. Me piden que regrese a radio los fines de semana, pero no quiero arriesgar tiempo con mi esposa y mis hijas. En mis días libres les cocino, especialmente cangrejos y sopa de avena. Mis hijas disfrutan de las conchas asadas y de viajar”, sentencia.

Al momento tiene propuestas para regresar a radio, pero reconoce que le falta tiempo, así que por el momento no aceptará estos trabajos.