El Telégrafo
Ecuador / Martes, 26 de Agosto de 2025

La tumba del faraón Tutankamón tiene su doble. Es una réplica realizada por el estudio Factum Arte -con sede en Madrid- que fue obsequiada por la Unión Europea a Egipto en 2012 y que será inaugurada el próximo 30 de abril y abierta al público al día siguiente.

Tras pasar largo tiempo guardada, las autoridades egipcias finalmente aceptaron que la copia se instalara en las proximidades de la ciudad de Luxor, en el sur del país.

El sitio donde se la ha ubicado está en la entrada del Valle de los Reyes, la inmensa necrópolis de la antigua Tebas, justo en el terreno contiguo de la casa-museo de Howard Carter, el arqueólogo británico que en 1922 descubrió dicha cámara funeraria.

Esa nueva “hermana gemela” que le ha salido a la histórica tumba -a la que se accede atravesando un pasillo y una antecámara- pretende devolver “el espíritu de la arqueología”, comenta a Efe el artista británico Adam Lowe, al mando del proyecto.

“Quitar el polvo de las paredes fue increíblemente difícil, entre otras cosas, porque la pintura es muy frágil”, sostiene Lowe, mientras enumera las dificultades que tuvieron para captar al detalle los elementos de la tumba real antes de reproducirla.

Hace ya cinco años que grabaron en 3D la cámara funeraria, con un único sarcófago en su interior. De esa fotografía se han servido para reflejar de la forma más fiel posible esa herencia cultural en paredes de poliéster con fibra de vidrio, a las que han revestido con una especie de “piel” elástica y rugosa.

“Es impresionante la investigación que conlleva” el proceso, con retos como elaborar los materiales o desarrollar la tecnología, afirma a Efe el español Javier Barreno, encargado del montaje. No se salvan de la imitación ni los parches, microbacterias y defectos acumulados desde la creación de la última morada del llamado “faraón niño”, de la dinastía XVIII, que murió joven, tras un breve reinado entre 1332 y 1323 a.C. aproximadamente, pero fue el descubrimiento de sus tesoros lo que hizo que se desatara una fiebre por la egiptología.

La réplica de la tumba de Tutankamón podría liberar de turistas a la original además del desgaste que suponen las visitas y podría ser una opción para reducir y, llegado el caso, incluso parar la afluencia de personas a la tumba que, con más de 3.300 años de antigüedad, sufre el deterioro del paso del tiempo y de la curiosidad humana.