Entre el corre corre de la grabación del programa ‘Yo me llamo’ pudimos conversar con Alberto Plaza, cantautor chileno que desde hace varios meses se ha instalado en Quito como jurado de este reality.
El artista, de 52 años, mostró su talento desde que tenía 5, en el programa chileno ‘El tío Alejandro’. Su carrera empezó a dar frutos en 1985 cuando apareció por primera vez en el Festival de Viña del Mar con el tema ‘Que cante la vida’, de esta primera prueba salió airoso con el tercer lugar.
Desde allí su mundo ha girado en torno a la música, con alrededor de mil conciertos por toda Latinoamérica. Se declara un enamorado de Ecuador por su estrecha relación con el país desde hace 20 años, tanto así que se involucró con la difusión de los ritmos nacionales, junto con colegas ecuatorianos en el disco ‘La mitad de mi mundo’, a finales del año pasado.
Entra a su camerino, se toma un sorbo de café, se acomoda. “Pasa, siéntate, gracias por venir”, saluda Alberto. La charla inicia.
¿Qué tal la experiencia de vivir en Ecuador? ¿Qué es lo que más le gusta?
Uuuuhhh de verdad que me siento muy bien recibido, muy querido. No hay nada más bonito que sentirte acogido y poder aportar desde el lugar que me corresponde, en este sentido desde mi puesto de jurado. Mi contribución es encontrar buenos valores, y el descubrir otros talentos para el Ecuador para mí es importante.
Tomando en cuenta su rol de jurado en Yo Me Llamo ¿cuál es el sentido de que alguien se parezca a otro, no sería mejor que desarrollen su propio estilo?
El objetivo es encontrar el mejor imitador. La imitación es un talento, que no lo tengo, no sé imitar. Es encontrar la habilidad en un ser humano que es capaz de reproducir, es como un caricaturista o como un pintor que hace muy buenos retratos de alguien, que es capaz de dejar tu rostro en una tela. Lo mismo acá, quien es capaz de la interpretar a alguien, representar el alma de otro ser humano.
Entonces ¿cuál es el aporte en esta faceta en su carrera y en su persona?
Muchísimo. La verdad es que yo no entro en conciencia de que es un reality, para mí es simplemente un espacio, el lugar que yo ocupo es el de evaluar durante un espectáculo, lo que pasa detrás de eso y es parte del programa, yo no me involucro ahí. Nosotros no tenemos contacto con los participantes. Entonces para mí, el hecho de que sea un reality no me entra en la conciencia. Para mí es un show, y la verdad que me gusta porque a mí me ha dado la posibilidad de conocer a gente muy linda. Es un programa con la intención de hacer un aporte, no de hacer polémica, ni hacer nada morboso.
Hace algunos años en Perú lo nombraron como el ‘Trovador de sueños’. ¿Qué significa ese adjetivo para usted?
Eso fue hace años. Yo creo que es mucha responsabilidad, yo no la tuve en ese nombre. El valor es que me identifican como un soñador, lo cual es cierto. Soy un Quijote, creo que se puede cambiar el mundo, que se puede hacer algo al respecto, porque no es el mejor mundo que podemos tener...
¿Cómo se lograría cambiar el mundo?
Las canciones sirven para lanzar estos sueños al futuro, la música aporta para eso.
Ha conseguido conquistar al ‘Monstruo’ (Viña del Mar) siete veces, ¿qué se necesita para estar allí y salir airoso?
Es el escenario más difícil que se puede pisar. No hay uno más duro para un artista que ese y no lo digo solo porque sea un artista chileno, ni siquiera latino... para un intérprete de cualquier procedencia es el escenario más complicado, porque el público está allí como devorador o benévolo. Aunque ahora es quizá más fácil, se podría decir.
¿El ‘Monstruo’ se domesticó?
Sí. El público se ha vuelto muy benevolente. Antes era como un circo romano dispuesto a tragarse a un artista por noche por lo menos, era muy delicado estar allí. Hoy ya no es el público el difícil, es la prensa, los medios de comunicación son los que se han convertido en el ‘Monstruo’ porque de allí provienen las mayores críticas. La prensa se ha encargado de que siga siendo un festival difícil.
Tomando en cuenta los galardones que ha ganado a lo largo de su carrera, ¿cuál cree que ha sido su aporte a la música latinoamericana?
Creo que eso no lo puedo responder. Cuando una persona hace un trabajo, cualquiera que sea este, se mide por el impacto que produce, yo no podría hacerlo. Los que me siguen podrán opinar sobre eso porque la mirada propia termina siendo parcial.
¿El músico nace o se hace?
Creo que las dos, para ser músico debes traer un talento especial, traer una condición que viene de fábrica y esa condición se tiene que mejorar, se tiene que trabajar... sino no es suficiente.
Ha estado varios meses en Ecuador y ha escuchado la música que se hace acá. ¿Qué opina de ella?
Me gusta tanto que saqué un disco, yo soy un enamorado del Ecuador. El primer país que visité luego de Chile fue Ecuador. Lo que hice fue un homenaje a la música ecuatoriana, era una deuda de amor que tenía con este país. Que canto con grandes músicos, el disco se llama ‘La mitad de mi mundo’
¿Qué ritmo le gusta más?
No te lo podría especificar, es que acá hay tanto por escuchar. Me encanta esa mixtura de la cultura indígena, cultura negra, cultura española... esto me enriquece mucho y no solo desde la música.
Tiene una fundación que se llama ‘Voy a cambiar el mundo’ con sedes en Colombia y Costa Rica.
¿Cuál es el objetivo de la fundación?
Bueno, defendemos el buen trato infantil, porque si digo estoy en contra también creo conflicto y esa no es la idea. Si te pones a favor de algo en cambio tu mente está positiva. N o dejemos que los maltraten, no dejemos que los droguen porque los están drogando, les están llenando de ‘Ritalín’ en los colegios.
¿Ha tenido de cerca alguno de estos casos?
Hemos visto muchos... hay muchas formas de maltrato, por ejemplo con el aborto le quitas la vida a un niño que no tiene la posibilidad de defenderse. Cuando una mujer pide limosna con su hijo también es una forma de maltrato.
En este momento hay una transición de gobierno en Chile. ¿Cómo afectaría esto en la cultura?
Yo creo que la cultura ya está institucionalizada en Chile y el cambio de gobierno no afecta demasiado. Ha habido gobiernos de derecha y de izquierda pero no hay mucha diferencia en la cultura, el gobierno saliente tampoco ha hecho mucho... en Chile la cultura camina sola.
Allá se ha luchado mucho porque se apruebe una ley como la de acá, donde el producto nacional suene por lo menos en un 20%, acá ya lo lograron con un 50% y Ecuador a la larga se verá beneficiado.