Britney Spears aparece con atuendos negros, gargantilla y apliques brillantes semejantes a los de una ‘stripper’ y con un látigo en mano. Varía de trajes, de blusas doradas a trajes plateados y un vestido fucsia, según el criterio de Ben Mor, el director del vídeo de ‘Work bitch’, que se rodó en un desierto de Los Ángeles más otras locaciones que simularon un night club, con tubos para pole dance y tipos que apenas lucen un pantaloncillo atigrado para fungir como clientes, donde la Princesa del Pop es la prostituta mayor del local.

Ese es su personaje en la canción de género house que ella misma compuso con la colaboración de Anthony Preston, Ruth Anne Cunningham y Will.I.Am, de Black Eyed Peas. Y claro, va acorde con la “profunda” letra que dice: You want a hot body/ you want a Bugatti/ you want a Mazerati/ you better work, bitch/ You want a Lamborghini... You better work, bitch (Quieres un cuerpo caliente/ quieres un Bugatti/ quieres un Mazeratti/ te lo tendrás que trabajar, perra/ Quieres un Lamborghini/ te lo tendrás que trabajar, perra)

Es clara la incitación hacia la prostitución que ella hace y que curiosamente contrasta con el hecho de que ella defienda las escenas del clip con un: “yo corté como la mitad del vídeo porque soy madre. En la grabación original había mucha más ‘piel’ de lo que dejamos. Hubo mucha edición. Es difícil ser la mamá sexy y a la vez una estrella de la música pop”.

Sorprendió aún más cuando reveló al diario The Mirror que no quiere participar en este tipo de vídeos y que ya no se siente cómoda. “A veces quisiera regresar a los viejos tiempos en los cuales solo vestía un traje, bailaba en todo el vídeo y no había tanto componente sexual”, sostiene la artista, que cumplirá 32 años el 2 de diciembre próximo, y recientemente rechazó que sus amigos bebieran alcohol delante de ella durante una reunión en el Four Season, de Los Ángeles.

Los productores la están presionando para explotar esa imagen, según confesó la cantante de Louisiana a un locutor durante una entrevista en la radio estadounidense The TJ Show.

Pese a sus declaraciones, ‘Work bitch’ sí ha tenido censura porque más allá del clip, el contenido lírico, aunque parece el relato de una historia cotidiana o una denuncia sobre la prostitución, es una invitación a conseguir dinero fácil a través de ese oficio.

No obstante, su vídeo ‘Work bitch’, que se estrenó el pasado 1 de octubre, no resulta tan escandaloso como el ‘Wrecking ball’, de Miley Cyrus, quien aparece desnuda sobre una bola para demoler edificio.

Como fuere, las escenas del ‘Work bith’ no se comparan con la desordenada vida real de Spears, en especial con la que los medios revelaron en 2007.

En aquel año Britney, quien para entonces estaba sumergida por el consumo de un tipo de anfetaminas llamada crystal meth, atrajo la atención cuando una noche se rapó la cabeza delante de los ‘paparazzi’.

Incluso intentó suicidarse con una sábana que había atado a una lámpara del cuarto que le habían asignado en la clínica de rehabilitación.

Durante su desintoxicación de alcohol y drogas también se tatuó el número 666 en su cabeza y se autodeclaraba como el Anticristo ante las enfermeras que la atendían.

Sus depresiones y drogadicción se habían ausentado con su divorcio de Kevin Federline a mediados de 2007. Con él se había casado el 18 de septiembre de 2004. Durante ese tiempo nacieron sus hijos Sean Preston (14 de septiembre de 2005) y Jayden James (12 de septiembre de 2006).

En estos días surgió otra controversia, que involucra al mayor de sus vástagos. Christopher Federline, hermano de Kevin, sostiene que él es el verdadero padre de Sean Preston, quien perdió su tarjeta de crédito la vez en que tuvieron sexo. “Ella se robó mi tarjeta y me chantajeó. Dijo que si le avisaba a la policía diría a todos que soy el padre de Sean Preston. Por eso preferí adelantarme”, sostiene el ex cuñado de Spears.

Aquello contradice a la razón, por la que ella pidió divorciarse de Kevin en noviembre de 2006. La cantante alegaba entonces que estaba harta de las infidelidades de él.

Antes de que ellos contrajeran matrimonio, Britney se había casado durante 55 horas con Jason Allen Alexander, el 3 de enero de 2004. Ambos reconocieron que habían estado ebrios y que actuaron por impulso.

Los medios de comunicación indicaban que la conducta de Spears se debía a que todavía no asimilaba la ruptura con Justin Timberlake, con quien salió durante dos años, entre 2001 y 2003.

Ambos se conocieron cuando eran niños y formaban parte del equipo The Mickey Mouse Club en la década del 90.

Se vincularon sentimentalmente cuando ambos tenían poco tiempo de haber iniciado su carrera como solistas. Ella ya tenía tres discos, ‘Baby one more time’ (1999), ‘Ooops... I did it again’ (2000) y ‘Britney’ (2001).

Hasta entonces Britney proyectaba la imagen de una chica tranquila, que incluso aún era virgen, algo que terminó con Timberlake, según él mismo reveló tras la ruptura, casi simultánea con la canción ‘Cry me a river’, dedicada para la Princesa del Pop.

La vida de Spears ha estado envuelta en muchas polémicas, como aquel beso que se dio en la boca con Madonna durante los MTV de 2003.

Además de su ‘Work bitch’, ella protagonizó otro lío, ahora en Disneylandia, de Florida, a inicios de año. Se encerró en el hotel y antes discustió con Jason Trawick, su ex mánager y novio.

Los medios dijeron que estaba histérica, pidió unas tijeras con las que se cortó mechones de cabellos, según el personal de limpieza que había encontrado cabellos atascados en el inodoro.

Tras el escándalo, anuló su compromiso con Trawick en enero pasado. Por eso, el vídeo ‘Work bitch’ solo es un escándalo más en la vida de Britney Spears, que intenta recuperar su popularidad como cantante.

DATOS

Su hermana menor es Jamie Lynn, estelar de la serie Zoey 101, de Nickelodeon.
La artista admite que Madonna y Janet Jackson son sus influencias.