Una visita que el actor estadounidense Kevin Spacey hizo en mayo a Cancún y en la que se tomó una polémica selfie con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, costó al erario 500.000 dólares, según publicó el diario mexicano El Universal.
El convenio firmado con la empresa Leisure Opportunities para la participación de dos días del actor de la serie “House of Cards” en una feria turística contemplaba otro pago igual si lograba impactar a una audiencia de cinco millones de personas en Estados Unidos y Canadá.
Spacey divulgó la selfie con Peña Nieto el 7 de mayo en su cuenta de Twitter y de inmediato se generaron suspicacias sobre si se trataba de una fotografía pagada.
“Un presidente es real. Con presidente Peña Nieto en México. Buena reunión con un hombre que también está haciendo progresos en su primer año en funciones”, escribió en esa ocasión el actor, que en la serie interpreta a un político sin escrúpulos.
Un columnista mexicano afirmó que se le habían pagado a Spacey ocho millones de dólares, lo que fue negado por el actor estadounidense.
Spacey dijo que viajó a Cancún para el encuentro turístico y que la reunión con el presidente fue“no planeada”, pero que si hay un interés de promoción.