Todo lo que nos rodea, absolutamente todo, por muy simple que parezca tiene su lado artístico. De eso precisamente se dio cuenta Javier Pérez y utilizó objetos tan sencillos como un clip o un alicate para crear arte conceptual que ahora recorre el mundo gracias a la red social Instagram.
En aquella plataforma se hace llamar ‘Cintascotch’ y aclara que “no vende cinta scotch”, pero sí todo su trabajo creativo que ahora es publicado en Estados Unidos, España, Italia, Reino Unido, entre otros países, en donde varias revistas y agencias publicitarias han utilizado sus diseños con fines didácticos y en campañas de publicidad.
Sencillos trazos en los que se ve a un niño “volar” apoyado con “globos de uvas”; una esfera terráquea hecha con una galleta de chocolate; un buceador respirando a través de una pila triple A; un dinosaurio hecho con el espiral de un acuerdo o una trompeta hecha con un clip, entre otras figuras, forman parte del ingenio de este usuario de Instagram, quien tiene más de 90 mil seguidores y cuyas gráficas superan –en algunos casos- los 15 mil ‘likes’ o ‘corazones’, como es la modalidad en esta red social.
La historia de este talentoso guayaquileño, de 28 años, se remonta dos décadas atrás, cuando de niño le gustaba sintonizar los programas de TVentas y jugaba con su hermana menor a vender “todo lo que había en la casa”, mientras se filmaban con una grabadora casera para VHS que su papá les había comprado.
“El programa se llamaba TV Remates y nos turnábamos como animadores y vendíamos los muebles, cuadros, libros (…) todo lo que se nos ocurría. De hecho, cuando nació nuestra hermana menor también la vendíamos y en el libreto decíamos que lo hacíamos porque sus padres no la querían porque hacía mucha popó y era muy risueña”, recuerda entre risas Pérez, quien confiesa que hasta la actualidad sigue viendo aquel espacio televisivo.
A medida que fue creciendo, su ingenio lo llevó a explorar otros campos creativos. A los 14 años escribió su primera historieta llamada ‘Blackcat’, con la que ganó una mención de honor en un concurso para la revista Generación XXI.
“Hice una parodia de Batman. Mi personaje era un gato y era todo un perdedor, mientras que a Robin lo hice con un Lince. Cambié la historia por completo. Lamentablemente no tengo la historieta conmigo porque los organizadores del concurso se la quedaron y mi papá nunca le tomó ninguna fotografía”, sostiene.
Aquel reconocimiento lo motivó a seguir dibujando y escribiendo todo lo que su ingenio le permitía. Lo hacía en formato Word y les sacaba copia para vendérselas a sus familiares y amigos del International School, colegio en el que estudió la primaria y secundaria.
“Ellos (familiares y amigos) se sorprendía porque me gustaba mucho el dibujo y por la astucia de darle vuelta a todo, pero lo hacía del modo que la gente pensara que eran diseñados por otras personas”, recuerda.
Fue en ese entonces cuando el nombre de ‘cintascotch’ apareció producto de la casualidad, ya que al momento de inscribir una de sus historietas a un concurso de poesía y cuenta estudiantil utilizó ese apelativo porque no se le ocurrió nada más en ese momento.
“Cuando anunciaron al ganador la gente se mató de risa y decidí quedarme con ‘Cintascotch’”, señala el creativo, quien de inmediato fue inscrito en la Universidad Católica de Guayaquil en la carrera de Diseño Websites, mientras terminaba sus estudios secundarios.
Al cabo de poco tiempo se graduó del colegio y comenzó a trabajar en una empresa aplicando sus conocimientos universitarios y también ingresó a la Escuela Superior Politécnica del Litoral para estudiar Diseño Gráfico.
“Cuando estaba en el colegio fue difícil porque en ese entonces no había Internet en todos lados ni estaba al alcance de todos. Además usar sus servicios era más caro. Fue muy complicado. En lo que se me hizo muy fácil fue en la Espol, porque tenía las bases de todo lo que aprendí en la Católica”, dice el creativo.
La pérdida de un familiar cercano y los excesivos proyectos en la universidad hicieron que en él naciera una especie de “fastidio” al dibujo y se alejó completamente de los lapiceros. “No quería saber nada del dibujo (…) era un fastidio total”.
Su carrera tomó un nuevo rumbo. Tras graduarse de diseñador gráfico, se metió a la carrera de Producción Audiovisual que también le dio algunas gratificaciones.
“Hicimos varios cortos y proyectos audiovisuales que lograron entrar todos juntos en festivales como ‘Ecuador bajo tierra’, lo cual fue espléndido”, recuerda con agrado.
Esto no es mera casualidad ya que le gusta que todo salga a la perfección. “Tuve que mandar a componer una canción para algunos cortos porque no estaban bien hechos. Si un tema no acompaña lo que se está proyectando es porque está mal hecho y no tiene validez”, expresa.
Con un poco más de experiencia, Pérez juntó sus conocimientos, creatividad y experiencia y se asoció con dos amigos para crear ‘Cafeína’, su propia agencia de campaña y diseño digital que ofrece diferentes servicios. “El área de la comunicación digital aún es un campo en el que queda mucho por hacer en Ecuador”, asevera.
Entre proyectos para terceros, Pérez recobró los deseos de dibujar y crear un portafolio gráfico que le permitiera tener identidad como creativo. “El problema de los diseñadores es que los trabajos se parecen mucho. Quería hacer algo distinto que me dé identidad”.
Con lápiz en manos y sobre el blanco puro de una hoja de papel bond comenzó a dibujar lo primero que se le venía a la cabeza, con el fin de actualizar el perfil que tiene en una de las redes sociales para creativos profesionales: Behance.
Comienzo del éxito
A los pocos días, el 28 de octubre del año pasado, cuando se encontraba en la playa junto con su familia y su enamorada, recibió un correo que cambiaría su vida.
“El editor de Colossal (prestigioso portal de noticias de diseño) me escribió preguntándome si podía publicar las imágenes de mi proyecto ‘Instagram Experiments’. Por supuesto, le dije, sin imaginar lo que se venía después”, señala.
Luego de la publicación en Colossal, los seguidores comenzaron a postear el trabajo de Buzzfeed (multinacional agencia de publicidad en línea) y a partir de este momento “todo tomó dimensiones descomunales”.
La aceptación del trabajo que había subido hizo que su cuenta tuviera en un día 10.000 seguidores en Instagram. “A partir de ese día lunes, mis ilustraciones empezaron a aparecer en blogs de todas partes del mundo que ya se me ha hecho casi imposible monitorear todo”, señala emocionado.
Aparte de cientos de menciones en Twitter, decenas de correos, cientos de comentarios, ciento de miles de ‘notes’ en Tumblr y miles de ‘likes’ en Instagram.
“He visto que muchas personas utilizan como foto de perfil y fondos de pantallas mis ilustraciones. Sin exagerar me han escrito muchas personas diciéndome que les he cambiado la manera en que ven el mundo y que hasta utilizan mi trabajo de ejemplo en clases de Publicidad. Nunca pensé que mis ilustraciones siendo tan simples pudiesen llegar tan lejos”.
Éxito en el exterior
Los diseños de Javier aparecieron al día siguiente en el portal Buzzfeed y de inmediato, varias agencias publicitarias y prensa de Nueva York, Arabia Saudita, Inglaterra, España se pusieron en contacto con el creativo para comprar sus diseños gráficos.
“No podía creer lo que estaba pasando. Me sentía halagado con tantas propuestas y fue una decisión muy difícil de tomar, pero creo que al final hice lo correcto porque me fui por la agencia más seria”, señala.
Explica que estas compañías compran sus diseños y las almacenan en su banco de imágenes hasta cuando escriban una nota en la que puedan utilizarlas. “Vi mis imágenes en algunos lados y quién sabe en dónde nomás habrán estado mis diseños”, remarca.
“A través de cuatro tiendas virtuales he vendido más de quinientos ítems (dibujos) y los han usado en camisetas estampadas, libros, cuadros y postales. De hecho, el dibujo del niño volando con las uvas lo usaron en una portada de una revista de Brasil”, enfatiza el artista, quien dice cobrar “muy bien” por cada trabajo.
El proceso creativo de este joven artista se basa en “prestar atención a las cosas sencillas de la vida, sin que parezca un cliché”.
“Cuando despertó en mí ese deseo de dibujar comencé a fijarme en todo lo que había a mi alrededor y poco a poco le fue buscando formar. Es cuando nosotros vemos un cielo raso (tumbado) y las manchas de humedad te dan formas extrañas tal como lo hacen las nubes. Yo busqué formas en lo que había en mi habitación”, explica este joven que ha ganado varios premios en Francia, Italia, Malasia, Colombia, Australia, Perú, Irán, entre otros países.
Parte de su proceso creativo es recorrer las calles de Guayaquil como si fuera un turista y le presta mayor atención a las elementos que en ella hay. “Tampoco es que salgo para ver qué se me ocurre. Camino y pienso en mis cosas y si veo algo que me llama la atención lo anoto en mi celular o con un cuaderno de apuntes que tengo”.
Luego de una semana de recorrido, los sábados por la mañana se dedica a dibujar y darle forma a todo lo que su ingenio le ha permitido lidiar. “A veces me tomo todo el día y no salgo de mi cuarto hasta que esté terminado”.
Pérez ha recibido invitaciones para exponer sus diseños en Italia, pero como no puede viajar por cuestiones profesionales enviarán su trabajo. “La clave está en hacer arte conceptual pero de forma universal y sencilla que todo el mundo lo pueda entender con cosas tan simples. No toco el tema religioso ni la política porque no es mi objetivo”.
Actualmente está editando con sus ilustraciones tres libros para casas editoriales de Nueva Jersey, Madrid y Londres, que serán utilizados en sistemas educativos didácticos e interactivos con niños. “Me van a pagar por dibujar y después por las copias vendidas”.
Pese a todo el éxito conseguido en el exterior, Javier Pérez lamenta que en Ecuador, según su experiencia, no haya la oportunidad para artista como él. “En Ecuador hay varios jóvenes talentosos y muchas agencias no los buscan y prefieren lo de afuera. No creen en este trabajo porque piensan que es fácil y no lo es”.
En cifras
-Más de 90 mil seguidores en Instagram
-Más de 3 mil seguidores en Behance
-Más de 3 mil seguidores en Twitter
-Más de 16 mil seguidores en Facebook