El rock, lo urbano y el ska fueron los géneros que reinaron la noche del viernes pasado en la Quinta Vergara durante la última jornada de la 54ª edición del festival de Viña del Mar. Y estuvo a cargo de la mexicana Gloria Trevi, los puertorriqueños Wisin & Yandel y del grupo argentino Los Auténticos Decadentes.

La cantante azteca emuló la actuación que ofreció hace 20 años en el mismo escenario con movimientos sensuales, que entonces incluyó a un espectador que ella subió.

El viernes pasado repasó éxitos como ‘Con los ojos cerrados’ (1992) o ‘Más turbada que nunca’, ‘La papa sin catsup’ y luego cambió su sexy ropa por una semejante a una quinceañera para cantar ‘Vestida de azúcar’ y otras baladas como ‘Me siento tan sola’ o ‘Tu ángel de la guarda’, que tiene un trasfondo sobre un intento de suicidio. Para la interpretación de esa canción contó con un ataúd y un enorme corazón detrás

Y si en 1993, a los cuarenta minutos de concierto, Gloria Trevi solo lucía su desgarrada ropa interior, para esta jornada preparó “Todos me miran”, inspirada en ‘I will survive’, de Gloria Gaynor, y una indumentaria negra por delante y de color carne por detrás, lo que producía un efecto de desnudez.

El efecto duró poco porque los bailarines se quitaron la parte de arriba para mostrar sus torsos, desnudos en el caso de los hombres y con lencería en el caso de las mujeres.

Gloria Trevi recibió las gaviotas de plata y oro, luego se despidió con otro peculiar atuendo, con dos círculos azules en los pechos, mientras cantaba la versión del tema ‘Gloria’, de la fallecida cantante estadounidense Laura Branigan.

Por su parte, los boricuas Wisin & Yandel interpretaron sus conocidas canciones ‘Mírala bien’, ‘Bailando la toqué’, ‘Rakatá’, ‘Ella lo baila pegao’, ‘Me estás tentando’, ‘Sexy movimiento’, ‘Abusadora’, ‘Estoy enamorado’, ‘No me digas que no’, ‘Me vuelves loco’ y ‘El teléfono’, siempre vestidos de negro y gafas oscuras.

Al final se llevaron las antorchas y gaviotas, de oro y plata que les concedió ‘El Monstruo’, como se conoce al público de Viña.

En la Quinta Vergara también reinaba el frío, pero fue disipándose con el repertorio de Los Auténticos Decadentes, que una vez mezclaron su rock, ska y cumbia.

Con pinta de juerguistas, los doce músicos contagiaron a la gente su felicidad al cantar porque, como dice su tema ‘La guitarra’, con la que abrieron, la música es su “techo” y su “comida”.

Sus estrambóticas ropas y su confraternidad con el público animaban a dejarse llevar por el ritmo de ‘Somos’ y de ‘Piratas’, una de sus canciones insignes.

El infinito confeti que volaba sobe el aire dio un mayor ambiente festivo a la noche del viernes, que no pudo recibir en mejores condiciones a ‘El murguero’, más conocida como el ‘Tu-tá-tu-tá’. A esa canción se agregaron ‘Loco’, ‘Cómo me voy a olvidar’, ‘Siga el baile’ y ‘Besándote’, con la que terminó la jornada y el festival.