El Telégrafo
Ecuador / Viernes, 22 de Agosto de 2025

Ellos cambiaron el violín, el piano y otros instrumentos por el rap (Video)

El primer grupo de hip hop del programa nació en quito hace 3 años

“Ustedes pueden hablar de nosotros pero realmente no saben cómo somos/ tenemos dificultades como todos/ pero en esta vida se lo puede todo/ se lo puede todo”, rapeaba, con voz alta y clara, Vicky Chávez, ante un público variado que, la noche del jueves anterior, llenaba a medias el auditorio de la sede central de la Alianza Francesa.

Esa noche Vicky junto con diez muchachos más, integrantes del proyecto Rapflektion, creado y dirigido por el rapero alemán Carlos Utermöhlen, tuvieron su bautizo en los escenarios de la Alianza.

Con edades que van desde los 11 hasta los 23 años, a estas chicas y chicos, que vienen desde el Guasmo Sur, se les nota las ganas y el talento que tienen al interpretar cada tema. “Es que no es fácil”, dice Vicky, de 20 años, quien el sábado, rindió su prueba para ingresar a la universidad. “Cualquiera puede pensar que cantar rap es solamente repetir y repetir frases, pero detrás de cada verso que nosotros rapeamos hay todo un trabajo tenaz”.

Algunos de estos noveles artistas proceden de la escuela musical Clave del Sur, que forma parte del Centro Cultural Mi Cometa, y dominan algunos instrumentos, como violín, piano y guitarra. En el caso de Vicky ha recibido clases de canto.

Carlos Utermöhlen es un artista de padre alemán y madre ecuatoriana, que llegó al país en 2010 en busca de sus raíces maternas y se encontró, en cambio, con una veta de jóvenes talentos por explotar. ‘Mi plan era permanecer el tiempo justo para relacionarme con mi familia y conocer el país. Sin embargo, mientras recorría Quito pude ver en acción a gran cantidad de chicos haciendo arte, eso me pareció tan bacán que enseguida me planteé hacer aquí lo mismo que hago en Alemania’, dice este alemán que por su físico puede pasar como un guayaquileño más, que conversa como si rapeara, intercalando palabras del léxico porteño, como chévere, manes y otras.

Utermöhlen creó en 2006, el proyecto Rapflektion, enfocado en promover la práctica del rap entre los jóvenes de Braunscheweig, la ciudad donde vive, ubicada a dos horas de Hamburgo. “He formado allá varios grupos de rap y realizo también otras actividades como escribir canciones para teatro”, señala. Añade que el proyecto funciona, además de Ecuador, en Colombia, El Salvador y Chile.

Del primer taller que organizó en Quito, nació hace 3 años el grupo original Rapflektion, que el próximo año hará una gira por Alemania, señala Carlos.

VIDEO

Su vinculación con los chicos del Guasmo comenzó el año pasado, luego de un concierto en el Centro alemán. “Me propusieron organizar un taller y dije que sí porque cuando hablé con estos chicos, noté que tenían muchas ganas de aprender rap y muchos de ellos tienen un talento innato para la música”, dice.

El nuevo grupo de rap del Guasmo Sur reúne en sus filas a chicos adolescentes, como Kenny Oramas, de 11 años, hasta jóvenes madres, como Eloísa Zambrano, de 23 años ‘que le saca tiempo al tiempo para hacer lo que más le gusta: cantar rapeando’, dice ella. Mientras dure la  ausencia de Carlos, que retornará al país en enero de 2015, nosotros continuaremos con las prácticas, asegura Vicky, que en breve también combinará su tiempo entre el rap y los estudios universitarios.

Mientras tanto el gestor de estos sueños, Carlos Utermöhlen que ya cumplió 29 años, dice que anhela conformar grupos de rap permanentes en cada uno de los países donde funciona el proyecto. ‘No es tan fácil que los grupos permanezcan unidos. Para empujar esto, desde este año y porque “ahora tiene estabilidad laboral en Alemania”, compartirá la mitad del año entre Latinoamérica y su país.

Entre tanto trabajo y sueños por realizar, todavía le queda espacio para su música. “Mientras viajo y hago los talleres saco el tiempo para hacer mi rap. Por ejemplo, después de Ecuador iré a Santiago para hacer unas grabaciones propias. Después me trasladaré a Colombia, allí grabaré unos videos y daré un concierto. Aunque no me interesa ser una estrellita, una vida plástica no. A mí me encanta el rap urbano, viajar y conocer toda clase de gente, solo así surge el rap verdadero”.

¿Para cantar rap se necesita  tener buena voz? “Puedes tener o no una buena voz, pero lo más importante es la técnica. Por eso en mis clases aprendemos a respirar y vocalizar. No dejo cantar a un rapero mientras no sepa coger la pista. Creo que mi talento más grande es que me encanta exigir el máximo a mis alumnos”, dice riendo Carlos Utermöhlen.

¿Hay diferencias entre lo que escriben los jóvenes latinoamericanos y los de tu país?

“En Ecuador los chicos escriben de sus vivencias de calle y tienen un punto de vista muy crítico, quieren cambios. En Colombia las letras son más políticas y sociales. Lo mismo en El Salvador. En ese sentido el rap es más revolucionario aquí, que en Alemania. Ahora, los raperos alemanes cantan contra una violencia que realmente no viven, que solo existe en su cabeza, en su mente. Ellos piensan ¡ah! necesitamos violencia en el rap... eso es más como una moda”, asegura.

En el auditorio de la Alianza, Diego Barriga, expresa  su punto de vista con rap: “Sé que muchos niños matan hoy en día/ al sacar un arma, sé que es policía/ aquí en mi barrio hay amor también hay rencor/ pero somos muchas más que los que hacemos un cambio... un cambio para ti”.