Desde que el pasado marzo Diego Torres se convirtió en padre de la pequeña Nina, producto de su relación sentimental con la modelo Débora Bello, ha gritado a los cuatro vientos lo feliz que es su vida ahora y los nuevos retos que ha tenido que enfrentar.

En conversación con los medios de comunicación guayaquileños, un día antes de su concierto en el Centro de Convenciones de Guayaquil, el intérprete de ‘Penélope’ y ‘Cantar hasta morir’ decidió alejarse de los escenarios cuando se enteró de que su esposa estaba embarazada.

Eso le permitió transportarse dos décadas atrás cuando empezó como actor. Actualmente es el protagonista de la serie cómica ‘Los vecinos en guerra’ (Telefe), en la que interpreta a Rafael Crespo, un agente vendedor de bondad infinita, carismático y buen vecino.

“Aunque en Ecuador más me conocen como cantante, también tengo el oficio de actor. Gracias a Dios todo va muy bien. Estoy en un proyecto que me interesó desde un principio y me permite pasar más tiempo con mi familia. No quería viajar tanto y perderme la etapa de embarazo. Creo que este fue el mejor momento”, comentó el cantante.

Sobre su labor de padre, aseguró que es igual que la de cualquier otro progenitor. “Cualquiera que experimente esto sabe lo profundo que es ver a un hijo dormir y tenerlo en todo momento. Me ha tocado cambiarle los pañales y bañarla. Eso me encanta. Soy un padre muy colaborador”.

Torres indicó que el convertirse en padre fue el sueño más grande de su vida y que esto le ha permitido descubrir cosas que no sabía que existía. “El sueño más maravilloso para mí era ser padre y ahora que lo soy no se imaginan lo fantástico que se siente. Descubrí una maravillosa sensación al ver los ojos de mi hija que no sabía que existía. Los bebés son como unos viejitos a los que quieres proteger y que despiertan en ti un montón de sentimientos y sensaciones. Ven cómo estoy enamorado de mi hija”.

El intérprete de ‘Qué será’, ‘Usted’, entre otras, dijo que espera continuar con sus sueños de vivir de su música y del arte en general. “Espero seguir con mi trabajo para darle un buen futuro a mi familia y tener salud. Soy una persona muy activa a la que le gusta mucho el deporte y entrenar”.

Al ser consultado sobre si el “oficio” de ser padre interferirá en las nuevas canciones que está escribiendo para su siguiente disco, comentó no saberlo. “No me acuerdo cómo era mi situación antes de la llegada de Nina, aunque les parezca mentira. Estas cosas te movilizan la vida en todos los sentidos y hay que acomodarse. Creo que sí habrá canciones que hablen de esa relación padre e hija, pero también existirán  otras que sigan la temática que uno siempre aborda”.

A este cantante, de 42 años, no le quita el sueño la privacidad de su familia, puesto que desde pequeño ha sabido lidiar con la prensa y todo lo que conlleva tener una vida pública. “Vengo de familia de artistas y desde pequeño supe cómo era. Ahora las cosas han cambiado un poco, pero evidentemente hay ciertos aspectos que uno debe preservar y no irlos contando por ahí. Pero creo que sé convivir con lo público. Siempre ha habido una buena relación y un respeto mutuo”.