El coliseo General Rumiñahui se iba llenando poco a poco. Chompas de cuero, camisetas alusivas a ‘Palosanto’ y buzos con logotipos de ‘Héroes del silencio’ (banda de la que Enrique Bunbury fue vocalista en años pasados) se podían apreciar en cada una de las butacas.

Dieron las 20:08 y todo cambió. Las luces se apagaron completamente y todos los presentes gritaron de la emoción. De repente aparece la imagen de un ovni en la pantalla gigante de fondo del escenario, como una definición del mismo Bunbury acerca de su disco: ‘Ovni vintage de los 50’. Los músicos están listos y el ‘aragonés errante’ aparece como un fantasma.

Los acordes de bienvenida fueron los del tema ‘Despierta’, que invita al optimismo y a la toma de acción frente a lo que no funciona o molesta. Sus fanáticos corearon por completo toda la letra y hasta se subieron a las sillas para observarlos mejor.

Enseguida sonó ‘El club de los imposibles’, que hizo que todos saltaran y gritaran a viva voz.

“Buenas noches cabrones…!!!” fue el efusivo saludo de Enrique para la ciudad de Quito. El español dijo que se sentía como en casa y que siempre volverá, sin importar cuánta distancia tenga que atravesar para estar en el país.

A pesar de que el objetivo era promocionar su décimo cuarto disco de estudio ‘Palosanto’, Bunbury hizo un recorrido por sus anteriores trabajos discográficos. ‘Contracorriente’, del álbum radical sonora, fue el primero que intercaló con sus éxitos recientes.

Es imposible dejar de ver a la pantalla, animaciones e imágenes alusivas a cada una de sus canciones acompañaban la interpretación de estas. En un instante el cantante -quien ya se quitó su característica chaqueta de cuero- abrió los brazos y detrás la imagen de un águila con las alas abiertas dieron la idea de que hasta volaba.

Las próximas notas en sonar fueron las del tema ‘Hijo de Cortés’, que habla de que no lo llamen hijo de Cortés -personaje español que estuvo a la cabeza de la ‘conquista’ de América-; esto como una forma de decir que por el hecho de haber nacido en la ‘Madre Patria’ no tiene responsabilidad por todo lo sucedido en aquella época y que es uno más de los americanos. Esta melodía ha sido aceptada favorablemente por el público latinoamericano pues Enrique Bunbury ha sido uno de los artistas que más cerca se ha mantenido de esta región y le ha rendido homenaje, como sucedió con su disco anterior ‘Licenciado Cantinas’, que recogió ritmos latinoamericanos para darles un toque diferente en la voz del español.

El ambiente de pronto cambió para corear ‘Ódiame’, producto de su anterior disco, una reedición del bolero que ha trascendido por generaciones sobre todo en Latinoamérica.

Enseguida fue el turno del álbum Deluxe, con la canción ‘Porque las cosas cambian’, la cual intenta dar también un mensaje positivo y de cambio.

Pero la euforia estalló cuando interpretó ‘El extranjero’, uno de sus mayores éxitos y que expresa su alegría de estar en esta región. “Me siento en casa en América…” repetía mientras rendía homenaje a su público.

Asimismo con ‘El rescate’ del álbum ‘Viaje a ninguna parte’, los presentes no podían evitar perder poco a poco las voces por cantar tanto. Eso de seguro no importaba para los amigos que se dieron cita en el coliseo, para los enamorados que se abrazan y besan al ritmo de la voz del cantante, para los padres e hijos que comparten el gusto por su música.

Algo que llamó mucho la atención fueron las imágenes de guerra y realidades sociales adversas, mezcladas con escenas de la ‘Naranja Mecánica’, película que refleja irreverencia frente a la sociedad.

Su paso por canciones como ‘Que tengas suertecita’ y ‘Frente a frente’ hizo delirar a muchos. En ese instante se arrodilló frente al público como gesto de respeto y de cariño. Entonces empezó a interpretar ‘De todo el mundo’, tema que refleja libertad.

Alrededor de las 22:00 Bunbury se despidió de todos y agradeció su presencia con el tema ‘Lady Blue’; sin embargo después de su salida del escenario nadie se movía de sus asientos. Una sola voz se levantó “Enrique… Enrique” hizo que volviera al escenario dos veces.

“¿Tienen algo que hacer mañana domingo? Entonces cantemos un poco más…” dijo el aragonés, quien además reiteró su cariño por estas tierras que lo han recibido siempre.

Al final sus músicos tomaron la bandera tricolor e hicieron reverencias al público. Esto fue el signo de que ahora sí el show había terminado. Alrededor de las 22:30.