Desde antes del mediodía, los seguidores de la ex chica Disney, Demi Lovato, hacían largas filas para poder ingresar al Palacio de Cristal de Guayaquil, lugar donde se realizaría el concierto, el primer espectáculo de la artista pop en Ecuador como parte de su gira mundial ‘Neon Lights Tour’.

A pesar del sol y el calor, centenares de adolescentes -los Lovatics- se veían emocionados, luciendo camisetas, cintillos, mechas de cabello de colores fosforescentes, carteles que habían preparado para dar la bienvenida a su artista favorita, mientras sus padres, primos, o enamorados les facilitaban botellas de agua y los cuidaban mientras esperaban.

Finalmente las puertas del Palacio de Cristal se abrieron pasadas las 17:30, lo que provocó que entraran como estampida, corriendo hacia la localidad correspondiente para ubicarse de la mejor forma y poder ver a Demi.

Pero es recién que a las 19:30, cuando las tres localidades habían alcanzado aproximadamente las 5 mil personas, que el espectáculo comenzó.

Unos acordes de guitarra y una voz juvenil cantando en inglés el tema ‘Believe’ dieron por iniciado el show, era la quiteña Valentina López, quien ya había sido en una ocasión anterior telonera del canadiense Justin Bieber en su concierto en la capital.

Cantó dos temas más, ‘Sin ti’ y culminó con ‘Another one’, para luego dar paso a su colega Nikki Mackliff.

La guayaquileña, con un cuerpo de bailarines y un sonido más tropical, puso a bailar a los asistentes con su merengue pop, como sus sencillos ‘Enamorada’ y ‘Tuya soy’, además de que presentó ‘Sónico’, su nuevo tema, a sus seguidoras.

Luego vino una pausa que las jóvenes aprovecharon para comprar hot-dogs, sánduches, gaseosas. Un fotógrafo contratado por un banco que auspicia una tarjeta de crédito conocida captaba la euforia adolescente producto de la música de fondo que la producción del evento colocó hasta que a las 20:00 aparecieron sobre escena el cuarteto The Rosso Sisters, teloneras invitadas por Demi Lovato durante sus conciertos por Sudamérica.

De fondo colocaron el logotipo -una huella de labial con el nombre del grupo- y que las identifica. El proyecto musical creado por Kevin Jonas, padre de los Jonas Brothers, está integrado por las hermanas Lola, Becky, Milly y Georgina Rosenneti.

Ellas comenzaron interpretando ‘I like boys’, para luego hacer una pausa y saludar en español al público. Cada una se presentó, explicaron que han vivido en varios países latinoamericanos y que de paso son mitad latinas.

Con esa introducción sonaron los acordes de una guitarra de estilo flamenca, para pasar a ‘We don’t care’, ‘No estás solo’ y ‘We gonna’. Antes de retirarse de la tarima cantaron su último sencillo ‘Hola hola’ con el que se están promocionando en sus redes sociales.
Son las 20:20 y hubo otra pausa, las luces se apagaron lo que provocó que las adolescentes no dejaran de gritar “Demi, Demi, Demi”.

En medio de unas luces azules y del humo, se veía a los técnicos acomodar cables y varias guitarras, lo que emocionaba más a las fans que habían esperado, no solo horas, sino años en poder cumplir su sueño de ver a la estrella pop.

La espera continúa. Nikki Mackliff, quien lucía una camiseta negra con un estampado de Lovato, aparece entre los asistentes para saludarlos, quienes aprovecharon para fotografiarse los famosos ‘selfies’ y pedirle autógrafos.

Es solo después de las 20:45 que, con un video de Demi con cabello fucsia en la pantalla al fondo de la tarima, da por iniciada la participación de la cantante de 21 años, provocando un grito histérico entre las adolescentes, a la vez que la artista aparece cantando ‘Heart attack’.

Demi, con un look rockero compuesto por una camiseta negra, pantalones negros, una chaqueta tipo motociclista y una camisa a cuadros estilo escocesa amarrada a la cintura y parte de su cabello rapado a un lado, derrochó desde el comienzo energía.

Luego, cual si fuera una maratón de la que no pudiera detenerse, Lovato interpretó ‘Remember december’, para pasar a ‘Fire starter’ donde el escenario se iluminó de rojo, ‘The middle’ y ‘Really don’t care’; con videos que se proyectaban atrás de la cantante y que iban acorde a las canciones que iba presentando.

Luego hace una pausa para tomar agua, sus eternas Lovatics no dejan de decir su nombre y ella les correspondió el cariño con un saludo en español para luego coger la guitarra electroacústica e interpretar algo más suave como el tema ‘Stop the world’ para subir, cual montaña rusa, la emoción con ‘Made in the USA’, ‘Catch me’ y ‘Believe in me’.

Llega un solo de guitarras eléctricas, Demi desaparece del escenario momentáneamente para tomar agua.

Regresó -de fondo se pasaban escenas de periodistas dando noticia sobre ella-. Habló sobre el ‘bullying’ que vivió de más joven por su peso y cómo eso la deprimió hasta llevarla al consumo de drogas. Entonces interpretó ‘Warrior’, y el tema símbolo de la película de Disney ‘Frozen’, ‘Let it go’, el cual fue coreado por todo el público, incluyendo a varios adultos que habían visto el filme. Luego cantó ‘Don’t forget’ mientras que en la pantalla tras ella se pasaban escenas de sus inicios musicales en 2008, o cuando participó en la película ‘Camp Rock’ para dar paso a ‘Unbroken’.

La noche se encendió cuando las primeras notas de ‘Neon Lights’ sonaron. Los asistentes saltaron y corearon con toda el alma a la vez que Lovato hizo gala de su potente voz en el estribillo. Luego, la oscuridad a las 21:45. La gente estaba entristecida porque se fue sin despedirse y sin más, otra vez el nombre de la cantante fue coreado por las casi 5 mil personas.

Apareció después de 5 minutos luciendo un vestido negro y las notas constante de un piano dieron la señal de que cantaría el tema con la que volvió de su rehabilitación, ‘Skyscrapper’ (‘Rascacielo’), y que tanto para Demi como para sus fans fue un momento emotivo hasta el punto que algunos de sus seguidores lloraron.

Eran aproximadamente las 22:00 cuando de forma ordenada comenzó el público a dejar el Palacio de Cristal. Muchos de ellos -adolescentes- esperaban sentados dentro del complejo alrededor del recinto a que sus progenitores vinieran a recogerlos.

Una noche inolvidable para cada Lovatic que estuvo por primera vez frente a su artista (aunque sea a varios metros). La ría y la noche despejada, con la luna casi llena en el firmamento, son los únicos testigos de cómo, como un eco, quedará en la mente de todos el estribillo de ‘Give your heart a break’, el sencillo con el que culminó su presentación en Guayaquil y del que solo con un movimiento de brazo se despidió de su público.

“No quiero romper tu corazón, quiero darle un respiro a tu corazón, sé que estás asustado, está mal. Como si podrías cometer un error, solo se vive una noche, y no hay tiempo que desperdiciar -que desperdiciar-. Así que déjame que le dé un respiro a tu corazón, que le dé un respiro a tu corazón, déjame que le dé un respiro a tu corazón, un respiro a tu corazón, oh sí, sí”.