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Amy Winehouse tras un año de su muerte “volverá” a los escenarios

Amy Winehouse tras un año de su muerte “volverá” a  los escenarios
23 de julio de 2012 - 00:00

Cada vez el mundo se sorprende al ver los avances de la ciencia y la tecnología que incluso puede ‘revivir’ a los muertos.

Sí! Tal como lo lee usted. Y es que hoy, al cumplirse un año de la muerte de la cantante Amy Winehouse, familiares de la artista anunciaron que ella reaparecerá en los escenarios en forma de holograma tal como se lo hizo con el extinto cantante rapero Tupac Shakur.

“Lo más importante era la música de Amy y estoy seguro de que a mucha gente le gustaría cantar con ella otra vez”, le dijo Mitch Winehouse, padre de la excantante, al diario británico The Sun.

“Depende que los fans de Amy quieran, como una forma de mantenerla viva en su memoria. Así se trate de un libro, un álbum o un holograma, entonces que así sea”, añadió.

Mitch creó una fundación en honor a Amy después de su muerte. Ella luchó contra su adicción a las drogas y el alcohol en la última parte de su vida,  y su objetivo era ayudar a los jóvenes. La organización caritativa está planeando realizar un espectáculo para rendir homenaje a la estrella con el holograma.

Y es que desde que Amy (27 años) fue hallada muerta en su apartamento, en el barrio londinense de Camden, rezos, vigilias, libros no autorizados y demás muestras de cariño y solidaridad con los familiares de la intérprete de ‘He can only hold her’ no han cesado.

Pero qué hace especial a esta cantante que conquistó, en menos de ocho años, al mundo con su potente voz y su estilo inconfundible al mezclar canciones en jazz, R&B, soul y ska.

‘Stronger than me’ fue el sencillo que se ubicó en los primeros lugares de sintonía en las radios británicas, el mismo que se desprendió de su álbum, Frank, que salió a inicios del 2003 y con el que obtuvo críticas positivas, incluso le valió una nominación a los premios Mercury Prize.

Sin embargo, estos elogios de nada le sirvieron a la cantante y dejó que la fama se le subiera a la cabeza y pasaba de farra en farra.

Descuidó totalmente su apariencia y su salud hasta llegar al grado de padecer anorexia y bulimia a la vez. Además, bebía de manera descontrolable e incluso, según la propia cantante, no sabía en casa de quién le tocaba pasar la noche.

Su familia trató de sacarla adelante y alejarla de los vicios en los que había caído. Esto sirvió al cabo de poco tiempo y fue así como en el 2006, Amy Winehouse sacó su segundo álbum, Back to black.

En octubre de ese año el disco registró buena recepción comercial y ganó un ‘Brit Award’ en la categoría de Mejor Artista Británica.

Nuevamente fue nominada a un Mercury Prize, mientras el disco alcanzó el platino en Estados Unidos y, como broche de oro, ha conseguido tres nominaciones a los MTV Video Music Awards de 2007.

Al año siguiente este mismo álbum fue reeditado bajo el nombre de ‘Back To Black: B-Side’.
La revista Rolling Stone dijo que en este álbum, Amy Winehouse desprendía la fuerza de los intérpretes de indie y de hip hop. Mientras que ‘People’ afirmó que ‘Back to Black’ es un disco que es mejor cada vez que lo escucha.

En las letras de este disco Amy reflejaba su cínica visión de las relaciones afectivas y su particular inmersión en el submundo de las drogas y el alcoholismo. Así, en el single ‘Rehab’ dejaba bien claro que no iba a ser fácil reconducirla por la senda de la templanza: “Ellos tratan de que vaya a rehab [rehabilitación] / pero yo digo ‘no, no, no’”. O también: “Bien sé que voy a perder a mi chico, / así que siempre tengo una botella cerca”, así dice parte de esta canción que llegó a ser número uno en el mundo y prácticamente era coreado por millones de adolescentes.

En mayo de ese mismo año se casó con su manager Blake en Miami y en noviembre obtuvo el premio Artist Choice en los MTV Europe Music Awards. Este éxito no pareció suscitar la ilusión de la cantante, cuya única palabra para los asistentes a la gala fue un escueto “gracias”. Hacer callar a Bono durante una rueda de prensa, pedir 47 botellas de whisky por actuación y asegurar tranquilamente a la prensa que “padezco desórdenes alimentarios continuos” eran los típicos comportamientos de esta cantante. El ingreso a prisión de Blake por agresión y desacato a la autoridad no facilitó las cosas.

El año 2008 pareció comenzar bien para Amy. La ceremonia de los Grammy fue un nuevo paseo triunfal de la londinense, quien, sin embargo, no pudo asistir a la gala en directo porque le fue denegado el visado. Amy se llevó cinco de los seis premios a los que optaba: mejor álbum vocal de pop, mejor actuación vocal femenina, mejor artista revelación, mejor canción del año (Rehab) y mejor álbum.

Pero en julio hubo de ser ingresada en un hospital, se dijo que a causa de un enfisema pulmonar, enfermedad que terminaría con la carrera de cualquier cantante. Aunque su padre desmintió tal noticia, las fotografías captadas por los periodistas a la salida del centro mostraban a una Amy completamente ajada.

En los conciertos veraniegos del show itinerante Rock In Rio el público pudo ver a una Amy dramáticamente mermada en sus facultades vocales. Estática en el escenario, desafinando y con la mirada perdida, completó como pudo sus compromisos anuales, después de cancelar conciertos por los que su agencia tuvo que abonar grandes cantidades en concepto de compensación.

Con veinticinco años recién cumplidos, se decía que la británica estaba inmersa en la composición del que sería su tercer álbum. En las entrevistas aseguraba sentirse ilusionada por la próxima puesta en libertad de su marido, con quien esperaba “tener cinco hijos”.

Pero ni el tercer disco ni los hijos habían nunca de llegar. La relación con Blake se deterioró; Amy Winehouse presentó en 2009 una demanda de divorcio y siguió rodando por la pendiente del alcohol y las drogas, protagonizando un escándalo tras otro.

En junio de 2009 fue juzgada por agredir a una fan; en agosto de 2010, su conducta en un acto de inauguración oficiado por el rey de los Zulúes fue vergonzosa; a ello deben sumarse las ocasiones en que, víctima de los paparazzis, aparecieron en la prensa fotos suyas en estado de embriaguez. Ya en 2011, un mes antes de su fallecimiento, se presentó completamente drogada a un concierto en Belgrado, protagonizando un espectáculo bochornoso que obligó a cancelar el resto de la funciones.

El 23 de julio de 2011 fue hallada muerta en su apartamento, en el barrio londinense de Camden. Como otras leyendas de la música (Kurt Cobain, Jimi Hendrix o Janis Joplin), tenía 27 años.

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