El Telégrafo
Ecuador / Martes, 26 de Agosto de 2025

Ecuatorianos en el mundo en su nueva temporada se emite los domingos, de 15:00 a 16:00, por EcuadorTV y recientemente se pudo apreciar un reprise el miércoles 23 de abril a las 02:25. En esta ocasión el personaje que copó el tiempo al aire del programa, muy gratamente por cierto, fue el DJ Moralitos, Chrystian Morales, quien mostró su vivienda en el barrio Moraleja, en la urbanización Cuesta Blanca, que conforma un área de Madrid. Se relató tanto desde estudios como desde locaciones exteriores que él fue a estudiar en España motivado por la muerte de su madre, de hecho llegó a Madrid con su madre en su juventud ya que ella era contadora de la Policía de Migración y le salió una oferta para trabajar en España, luego Chrystian terminó y cursó el Máster de radio y comunicación, además con regularidad lo visita su padre Iván Morales, con quien se comunica frecuentemente por Skype.

El conductor del espacio continúa siendo Galo Arellano, quien, se nota, cuenta con buenos equipos de edición, camarografía, producción, arte y relaciones públicas, refiriéndonos, claro, a las personas no a las máquinas. Esto se afirma porque la realización del programa es dinámica, original, diferente, radicalmente creativa y muy agradable al televidente, además de respetuosa con el personaje.

DJ Moralitos llevó a Arellano a practicar salto tándem y a degustar comida madrileña en uno de los locales más exclusivos y reconocidos, Restaurant La Máquina. En su apartamento se dedicó a narrar que el amor de su vida es de Rumanía y que ella va a ser una de las mujeres con el cabello más largo del mundo, que el rey de la casa es su perro hijo Roxy, y que como actor fue uno de los sicarios de Mario Morón en la serie española Sin tetas no hay paraíso, versión europea emitida por Telecinco que fue un éxito y estaba basada en el libro y la mini serie colombianos originales. Para terminar el reportaje sobre su vida, o mini documental si es que se analizará a fondo la estructura narrativa y de producción, DJ Moralitos compartió una velada de trabajo, pinchando en una de las discotecas más exclusivas de Madrid. Lo bueno de Ecuatorianos en el mundo es que Arellano y su equipo hacen todo muy didáctico al incluir recuadros con texto al costado derecho de la pantalla explicando más datos de los lugares que aparecen en pantalla o de las actividades realizadas con y por el entrevistado, además de dar espacio a que personajes representantes de los locales comerciales, que se vieron en su emisión, se dirijan brevemente al público. Esta vez Arellano presenció una comunicación vía Skype entre DJ Moralitos y su padre y se tomó la molestia-atrevimiento de hacer una pequeña entrevista a Iván Morales sobre DJ Moralitos y los hermanos de él que viven en el extranjero también.

La cámara es la que permite al televidente ser testigo y participante de las historias que se cuentan en Ecuatorianos en el mundo, y lo hace con mucha corrección y calidad. Los ángulos y tiros de cámara son poco convencionales y sacan el mayor provecho de las locaciones visitadas. Nunca está de más un plano detalle de algo representativo en la vida del entrevistado. Además, las tomas desde los interiores de vehículos, fotografía aérea, tomas subjetivas, planos americanos, dan mucha vida y color a la presentación de contenidos de Ecuatorianos en el mundo. La música es un plus y complementa con la línea gráfica que transforman al programa que conduce Arellano en un dulce exquisito para el televidente.

No hay tomas que puedan llamarse de paso, todo es complementario e integral a la historia principal que cuenta cada emisión de Ecuatorianos en el mundo. Es un programa que es difícil de descalificar u odiar porque, después de todo, los ecuatorianos siempre gustan de enterarse qué hacen los suyos fuera del terruño, es decir de los triunfos y la vida cotidiana de un familiar y amigo, a veces un conocido, por otra localidad.