Una de las pioneras del twerking fue Miley Cirus en 2013 y luego siguió Nicky Minaj con su popular video de Anaconda que salió en 2014. Otras artistas que apostaron por el sensual baile fueron Jennifer López, Shakira, entre otras.  

Se trata de lograr una técnica para mover los glúteos, característica del twerk. La palabra ya fue incluida en el diccionario de inglés de Oxford, en el que se describe como un baile de música popular ejecutado de “una forma sexualmente provocativa, que utiliza movimientos de empuje de caderas y de la parte inferior, en una posición en cuclillas baja”, según publicó ABC.

Pero la raíz está en danzas africanas, según consta en un análisis publicado por Diario 16. “El mapouka de Costa de Marfil, el leumbeul de Senegal, el baikoko de Tanzania, el niiko de los bantúes de Somalia: son bailes por y para resaltar los glúteos, canalizadores de una energía primigenia que apela sin ambages a nuestro apetito sexual. Nos recuerdan que toda danza proviene, en el fondo, de los ritos de cortejo.

En Ecuador no es un baile recurrente en las discotecas del país, sino que se realiza de determinadas presentaciones, debido a que se practica en grupo o se baila solo. La destreza que se necesita para lograr un buen desempeño generó que sea implementado como una alternativa para bajar de peso y definir ciertas partes del cuerpo.

Una de las primeras en masificarlo fue Andrea Ortiz, más conocida como Fresa Malaquian. Recuerda que hace 4 años, luego de tener a su hijo empezó a practicar twerking como una alternativa para recuperar su figura.

En esa tarea se dio cuenta de que es una buena opción para ejercitarse y decidió compartirla con otras mujeres. Afirma que el baile no solo ayuda con el físico sino también que eleva la autoestima de las mujeres que lo practican porque les permite sentirse segura con su cuerpo, sin importar el peso y eso repercute en su comportamiento.

Hace tres años Fresa imparte clases en Quito y ahora trasladó sus enseñanzas a Guayaquil. Otra instructora de twerking es Dana Romero, una joven que busca romper los prejuicios sociales y que las mujeres sientan que son libres de expresarse sin problemas.

El twerking se baila con las piernas flexionadas, además hay variaciones tumbadas en el piso y combinadas con piruetas, para las que se requiere tener fortalezas en piernas y brazos, por ese desgaste físico es que se necesita un entrenamiento adecuado.

Las entrenadoras estiman que en una clase se puede quemar entre 600 y 800 calorías, dependiendo de la intensidad que cada persona ponga en los ejercicios. Dana empezó a dar clases de twerk desde el pasado mes de mayo. (I)

DATOS

Practicar twerking disminuye el estrés, por liberación de endorfinas asociadas a la danza como tal y por soltar la energía acumulada. Además ayuda como ejercicio de coordinación.

Las clases en Quito se imparten al norte de la ciudad con Fresa Malaquian, también hay sesiones en Guayaquil y Samborondón. Para contactos, llamar a los teléfonos: 0960135463. Mientras que Dana Romero imparte clases en La Alborada @danaromeroe.