Las tortugas marinas cumplen un rol vital en la salud del océano, mantienen un equilibrio en el ecosistema y además son responsables de la limpieza de los mares.

Por eso, cada 16 de junio, a nivel mundial, se recuerda la importancia de esta especie que se preserva a través de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de la Tortuga Marina, de la que Ecuador es firmante hace 20 años.

Eduardo Espinoza, guardaparques y especialista en tortugas marinas, dice que la especie está en peligro de extinción, ya que a nivel mundial está altamente amenazada.

“Seis de las especies que existen se encuentran en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN): unas están más amenazadas que otras y, de ellas, cinco suelen anidar en Ecuador”.

El experto indica que una de las amenazas es su condición de longevidad, es decir que viven entre 70 y 80 años.

“No es como otra especie marina que se reproduce rápidamente. Una tortuga marina tarda en llegar a su primera reproducción alrededor de 18 a 20 años”.

La tortuga verde es la especie que con más frecuencia llega al país a anidar, y lo hace por las condiciones y temperatura que presenta la arena, sobre todo de algunas playas de Santa Elena, Esmeraldas y también en la isla Isabela.

Espinoza afirma que otra razón de la amenaza a la especie es su condición migratoria, porque al recorrer muchos territorios pasan varias peripecias antes de llegar a ser adultas.

“Se dice que de cada 1.000 tortugas marinas que nacen, apenas una puede llegar a ser adulta. Por eso ponen varios huevos, entre 70 y 80”.

Otro problema que afrontan es la pesca dirigida y la incidental, porque a veces salen en las redes de otro tipo de seres marinos. Además, tienen problemas con los plásticos, que son su segunda causa de muerte, sobre todo en desembocaduras de los ríos como el Guayas.

“Confunden los plásticos con las algas o medusas que son parte de su alimento y por eso su tracto digestivo se colapsa y mueren”. (I)