En los supermercados los vegetales y frutas orgánicas están separados del resto de alimentos. Tienen etiquetas que ponen énfasis en que son saludables. Se los encuentra en ferias comunitarias y en otras organizadas en los patios de colegios. Es más, el próximo 2 de agosto se realizará una en la Universidad Estatal de Guayaquil.

Estas ferias y la variedad de los alimentos orgánicos han cautivado el interés de los ecuatorianos, a pesar de sus diferencias en costo. Por ejemplo, la libra de tomates cultivados de forma convencional cuesta hasta 70 centavos, mientras que una libra del producto orgánico llega a $ 5.

Juana Castro, de 47 años, hace 2 meses visitó una feria en la que compró hortalizas, zanahorias y mandarinas. Recuerda que le explicaron que su compra estaba libre de químicos, 100% natural y más saludable.

Por agricultura orgánica se entiende el cultivo de productos cuya tierra no es alterada por pesticidas y los alimentos no reciben un fertilizante durante su ciclo de crecimiento. Además se respeta el comercio o pago justo a las comunidades encargadas de la cosecha.

Pero, ¿son realmente los alimentos orgánicos más saludables? Dos estudios realizados con 5 años de diferencia se contradicen.

Un informe de 2009 de la Universidad de Stanford, en EE.UU., luego de analizar los resultados de 240 análisis, concluyó que no se había encontrado disparidad entre la salud de los consumidores de productos orgánicos y de los consumidores de alimentos convencionales. La investigación encontró residuos de plaguicidas en cultivos orgánicos, aunque en cantidades mínimas.

Mientras que otro estudio, que recopila 346 investigaciones y que será publicado en la revista británica de Nutrición, concluyó lo contrario.

Según el hallazgo, los productos orgánicos tienen 17% más antioxidantes (ayudan a prevenir la hipertensión y diabetes), menos pesticidas y cadmio. A pesar de lo encontrado, Carlo Leifert, profesor de agricultura ecológica de la Universidad de Newcastle, Inglaterra, expresó al periódico The New York Times lo siguiente: “No podemos hacer aseveraciones sobre salud basados en este estudio... pero sí es verdad que ciertos vegetales (como el tomate orgánico) tienen una mayor cantidad de antioxidantes”.

¿Qué versión creemos?

Al igual que Juana, otros ecuatorianos buscan alimentar sanamente a su familia y optan por comprar frutas u hortalizas orgánicas. Pero ante las contradicciones, ¿a quién le creemos?

En Ecuador, el ingeniero agrónomo de la Espol Miguel Angel Quilambaqui considera que los alimentos orgánicos sí son más saludables e inocuos, porque no están expuestos a la contaminación de los cultivos convencionales. También señala que sí hay evidencias de pesticidas en cultivos orgánicos.

“Tenemos una cultura que no está bien establecida en cuanto al manejo. Hay bananeras que son orgánicas y cuando les hacen las auditorías se encuentra que aplican sustancias químicas. Hay un sentido de aparentar y de presentar ciertas cosas para auditorías”, explica Quilambaqui.

Para la nutricionista Michelle Alvear, los productos orgánicos son igual de saludables y nutritivos que los convencionales. “Los minerales que se encuentran en las frutas no son afectados porque se usen pesticidas. Los nutrientes son los mismos”.

Otra especialista en nutrición, Silvia Alejandro de Franco, asegura que a nivel nutricional no existe una tabla de composición de alimentos señalando que los alimentos orgánicos tengan más proteínas o vitaminas. “Lo que sí se conoce es que están libres de sustancias químicas como el cadmio, plomo, el arsénico y el mercurio”. Explica que en la agricultura orgánica hay un trabajo manual y no se usan maquinarias como en los cultivos convencionales. Debido a esto hay menos contacto con la combustión del motor de los tractores.

Huertos en la ciudad

Desde el 2009 la Prefectura del Guayas, a través de la Dirección de Productividad y Desarrollo (Diprodes), tiene un programa para capacitar a habitantes de sectores rurales en la creación de huertos orgánicos. Actualmente las personas de las zonas rurales no consumen ni 3 kilogramos al mes de vegetales.

Según la FAO, una persona tiene que consumir 400 gramos de frutas y hortalizas al día. “La creación de huertos que midan 6 metros de largo por 1 de ancho representaría alrededor de 1,67 kilogramos al mes y si poseemos 36 metros cuadrados en producción tendremos un promedio aproximado de 60,127 kg al mes que ayudaría alimentar a una familia de 5 miembros”, dice el ingeniero agrónomo Jonathan Rugel. Alrededor de 13.000 personas ya han sido capacitadas.

Para el experto, las capacitaciones que recibe la comunidad han despertado "ese bichito" científico. "Ya nosotros nos encontramos con comunidades que experimentan  preparaciones de manera natural para combatir insectos y plagas. Ese tipo de investigaciones hace que la agricultura orgánica cobre más fuerza y que las personas no dependan  únicamente de los productos químicos para controlar los insectos".

Algo similar ocurre en el Centro Polifuncional Zumar del Municipio de Guayaquil. Desde 2002 cerca de 3.000 familias de los barrios Bastión Popular, Vergeles y Sergio Toral han aprendido a cultivar fresas, tomates y lechugas en los patios de sus hogares. “Con los cultivos orgánicos el sabor es mejor, lo que no ocurre con cultivos convencionales. En la agricultura masiva el químico reduce el contenido nutricional de la hortaliza”, asegura Carlos Vargas.