¿Sabía usted que aún a 62 millones de niñas en el mundo se les niega el acceso a la educación? Además, solo 36 de 62 países han alcanzado la paridad en la enseñanza primaria y secundaria para las pequeñas. Estos datos los recoge el informe de la Unesco sobre el seguimiento de la EPT (Educación para Todos).

“Educar a una niña es educar a una nación. Este acto desencadena un efecto expansivo que cambia el mundo, sin duda en sentido positivo. Recientemente nos hemos fijado una nueva y ambiciosa agenda para lograr un futuro sostenible. Este empeño no tendrá éxito si las niñas, las jóvenes y las madres no llegan a ser mujeres instruidas y empoderadas”, dice Irina Bokova, directora general de la Unesco, organización que alerta sobre las diferencias de género en la educación, en especial en las menores de 15 años.

La Unesco rescata que en los últimos 15 años, el número de niñas sin escolarizar se ha reducido en 52 millones. A pesar de ello, la entidad explica que todavía perduran problemas considerables: la violencia de género, la prohibición de asistir a la escuela y una de las peores causas, como es el matrimonio infantil.

En 2012, casi una de cada 5 mujeres que contrajeron matrimonio tenía entre 15 y 19 años. Una niña ‘casada’ casi nunca regresa a la escuela o termina el bachillerato.

“Las desigualdades de género se amplían en cada ciclo del sistema educativo y las más pobres están en grave desventaja”, expresaron los conductores del estudio.

En África subsahariana las niñas de las familias más pobres tienen 9 veces más probabilidades de no haber ido nunca a la escuela que los niños de los hogares más ricos.

En los Estados árabes, la quinta parte de las niñas más pobres nunca ha asistido al colegio, en comparación con la décima parte de los niños más pobres. En América Latina y el Caribe, los niños están en desventaja: solo el 55% de los pequeños de zonas rurales completa la enseñanza secundaria, en comparación con el 63% de las niñas. (I)