“La igualdad de la mujer supone progresos para todos”, afirma el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y esta afirmación pone en evidencia que, cuando los países garantizan la igualdad entre mujeres y hombres, están construyendo democracia y desarrollo.

Ecuador, a lo largo de su historia, ha marcado hitos en torno a esta igualdad. Fue uno de los primeros en ratificar la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación (Cedaw por sus siglas en inglés) y su Protocolo Facultativo.

En este contexto, el país el 19 de febrero de 2015, en cumplimiento con uno de los compromisos que adoptan los Estados al ratificar la Convención, presentó su Informe al Comité de Expertas de la Cedaw. Las observaciones del Comité fueron entregadas al país en marzo y el año se cierra con el lanzamiento del ‘Mecanismo de seguimiento de la implementación de las recomendaciones del Comité de la Cedaw al Ecuador’. El país se ha caracterizado por un movimiento de mujeres activo con conocimiento y con capacidad de articulación e incidencia que ha impulsado, motivado y demandado cambios en la norma, en las políticas y en los instrumentos de gestión del Estado para garantizar sus derechos.

La nación estuvo entre los primeros países que aprobó una ley de primera generación para la erradicación de la violencia intrafamiliar (1995) y casi una década después es uno de los países que tipifica el femicidio como delito (2014). De otra parte, en 2015 adopta el Modelo de Protocolo Latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género.

En este mismo ámbito, Ecuador cuenta entre los países de la región que tienen el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género contra Mujeres, Niñas y Niños (aprobado en 2007); este fue actualizado en 2015 y cuenta entre sus innovaciones con la determinación de responsabilidades en las cinco funciones del Estado y mecanismos para el abordaje de la violencia de género de forma articulada. A lo dicho se debe sumar que el país aprobó en la reforma del Código Civil el incremento a 18 años como edad mínima para contraer matrimonio.

Es importante mencionar que la conciencia de la población sobre la violencia contra la mujer en el país es cada vez más evidente, la suma de actores a la campaña ‘Únete’, tanto del sector público como del privado, dan cuenta del interés despertado por ser parte de una nueva forma de convivencia nacional, en donde la violencia contra las mujeres no sea tolerada.

Para alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres, Ecuador tiene, sin embargo, algunos desafíos.

Por ejemplo debe garantizar condiciones de igualdad para que las mujeres accedan a la educación y al empleo, sin que esto implique que tengan una carga global de trabajo de 15:47 más por semana que los hombres (y el ámbito rural de 23); garantizar que las mujeres, las jóvenes y las niñas puedan movilizarse por sus ciudades o por sus campos sin temor a ser acosadas y violentadas sexualmente; para esto será condición indispensable promover la no violencia contra las mujeres aportando en el cambio del imaginario social que subordina a las mujeres.

Al celebrar los logros alcanzados debemos también mencionar que el gran reto en el Ecuador de hoy es que el Estado garantice la igualdad real, la igualdad sustantiva para las mujeres ecuatorianas. (O)