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El primer paso para tratar el problema es descartar que sea de orden físico

Entre el 5% y 10% de los niños ‘mojan la cama’ en las noches

Según los expertos, el problema es más común en los niños porque tienen menos madurez que las niñas. Foto: Tomada de Internet
Según los expertos, el problema es más común en los niños porque tienen menos madurez que las niñas. Foto: Tomada de Internet
13 de septiembre de 2014 - 00:00 - Redacción Sociedad

Alexander C. pronto cumplirá 10 años. Desde los 4 controló por completo los esfínteres. Despertaba por sí solo cuantas veces necesitaba ir al baño en la noche. En los últimos días esta normalidad se alteró.

El pequeño comenzó a mojar la cama de forma inconsciente y eso alarmó a su madre Teresa quien buscó ayuda inmediata. Al consultar al pediatra le indicó que el niño tiene enuresis nocturna, la emisión involuntaria de orina en la noche, aunque también se puede presentar en el día.

A pesar de que no haya datos reales de la incontinencia infantil en Ecuador, médicos consultados concuerdan que el problema lo padecen en mayor número los niños que las niñas. Esto, según la sicóloga Silvia Andrade, se debe a que las niñas tienen un mayor grado de madurez.

En el mundo se dice que la incidencia de este problema estaría entre un 5% y 10% de la población infantil de 4 a 10 años.

Las causas que lo desencadenan son variadas, por ello lo primero es recurrir al médico quien descartará, a través de exámenes, que el problema sea físico. “Los niños pueden mojar la cama si su vejiga es pequeña quizás por no haberse desarrollado al mismo ritmo que el resto del cuerpo. También puede haber una debilidad en el músculo que controla la salida del esfínter”, expresa el pediatra Marco Sierra.

Sierra añade que la dificultad puede ser de orden hormonal. “Cada noche el cuerpo libera una hormona antidiurética (ADH) que retrasa el proceso de producción de orina de los riñones. Algunos niños presentan niveles bajos de esta hormona”.

Para descartar estas causas se ordenan exámenes de laboratorio y hasta ecografías. Si los análisis confirman que algunos de estos factores originan el problema el médico determinará el tratamiento a seguir. Si son negativos se buscará la causa en el aspecto sicológico del menor.

Episodios aparentemente normales, como el nacimiento de un hermano, el inicio de un año escolar, el cambio de vivienda, u otros más trascendentales, como la separación de los padres, la partida o fallecimiento de un familiar, pueden causar estrés infantil y afectar drásticamente la vida del pequeño ocasionando a su vez que mojen la cama.

En este caso es necesario acudir al sicólogo para que evalúe al infante e indique el camino correcto.

Según estudios desarrollados en el mundo, el 99% de los niños con este problema se cura antes de la adolescencia. “Lo primero que los padres deben saber es que la enuresis es algo involuntario, inconsciente y que requiere la comprensión de ellos para ayudar al niño. Deben ser pacientes, pero muy sistemáticos al momento de cumplir el programa de ayuda que se establezca al pequeño”, puntualiza la sicóloga educativa Elizabeth Montenegro, quien recalca también que siempre habrá una causa para este problema.

“Es necesario buscar y encontrar la causa que provoca esta afectación y tratarla desde todos los aspectos con sicoterapia infantil y también a nivel familiar. Nunca será bueno avergonzar al niño y menos castigarlo físicamente”, indica la sicóloga Montenegro.

DATOS

Hay 2 tipos de enuresis: la primera es cuando el niño nunca controló los esfínteres y la segunda aparece por alguna causa luego de un proceso largo de control.

El tratamiento sicológico, según la causa identificada, puede variar entre 3 y 6 meses. Como parte de este, en un inicio los padres deberán ayudar al niño en las noches y levantarlo para que vaya al baño.

Una de las sugerencias de los médicos para fortalecer la vejiga es que el pequeño realice un ejercicio que consiste en retener por 2 o 3 segundos la orina cada vez que se dirija al baño.

Es recomendable que el niño no ingiera líquidos desde las 18:00. Se debe establecer un calendario e dentificar los días con más dificultad para el menor y relacionarlo con algún evento particular de su vida.

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