Ecuador, 26 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

“El tango es muy pasillero y el pasillo es música muy tanguera”

“El tango es muy pasillero y el pasillo es música muy tanguera”
13 de noviembre de 2012 - 00:00

Renzo Pi Hugarte nació en la ciudad uruguaya de Durazno. Además de desarrollarse como un  importante antropólogo con varias obras escritas, en 1967 viajó a París, donde fue parte de los acontecimientos del “Mayo Francés”. Se exilió en el Ecuador durante la dictadura uruguaya (1973-1984), donde descubrió el amor por la producción y la locución radial.

Tuvo un programa que promovía la música popular del Río de la Plata. A su regreso a Uruguay, en 1985, profundizó estudios vinculados con la migración y los grupos de migrantes desde la óptica de la aculturación. Realizó varias investigaciones relacionadas con estudios sobre religiosidad popular y sus distintas manifestaciones.

¿Cómo fueron sus primeras vinculaciones laborales en Ecuador?

Montamos una pequeña empresa, exportamos piña ecuatoriana. Creo que fuimos los primeros en hacerlo y nos iba bien al principio. Yo decía que teníamos que ponernos una enlatadora en Guayaquil, no dedicarnos solo a las piñas, sino también a los champiñones, palmito y otros productos que no se exportaban del Ecuador y que salían a muy buen precio. Nos hubiera ido económicamente muy bien, pero la esposa de mi socio lo dejó. Él, quien era socio capitalista, cerró la llave y empecé a buscar otros trabajos. Mi esposa fue directora de coros en La Casa de La Cultura Ecuatoriana y el IESS. Yo hice de todo: fui profesor del Instituto Tecnológico Equinoccial y también chofer del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas. En los últimos años tuve un programa de radio que se llamó “tangos, solamente tangos” en la Radio Bolívar. Me divertí mucho. Hice muchos amigos.

¿Cómo fue esa experiencia en la radio?

Usaba un pseudónimo: “Prudencio Navarro”. Había entre los amigos uruguayos un muchacho descendiente de rusos, que había trabajado en radio, tenía una voz muy linda y me dijo: “¿qué te parece si hacemos una audición de tango?”. Así de a poco le fui agarrando el gusto a la radio. En general me escuchaba gente de mediana edad para arriba. Había una orquesta que se llamaba: “Orquesta Quito”. La mayoría de sus integrantes eran médicos que habían estudiado en Buenos Aires y habían aprendido a tocar el bandoneón.  Formamos el “Club del Tango Quito”. Para mi sorpresa había una gran influencia del tango. Descubrí que el tango es muy pasillero y que el pasillo es algo muy tanguero.

¿Cómo conseguía el material musical?

La radio tenía muy poco en su archivo. Fui juntando discos y grabaciones de tangos con los oyentes y coleccionistas.
Hubo gente que me mandó música. También me mandaron de Uruguay libros y materiales. Fui haciendo una cantidad de material que al final dejé en la radio. Ahí quedó la musicoteca.

¿Qué tango ponía -por ejemplo- como cortina musical en su programa?

Había un tango que era musical, sin letra, que se llama: “La bordona”.  Traté de pasar cosas no tan clásicas, por supuesto Gardel era muy conocido, fue conocido en toda América, pero yo programaba cosas más modernas.

¿Y cómo fue tu relación con los pasillos?

Me gustaron mucho los pasillos. Aquí en Montevideo he cantado mucho en reuniones con amigos.

¿Tuvo relación con algún actor político ecuatoriano en esa época?

Con doña Martha Bucaram, a quien admiro sin límite. A ella le debo ser ecuatoriano. En una reunión le hablé de lo que pasaba con las dictaduras. Martha me preguntó: “¿pero son muchos los exiliados?” En el Ecuador somos veinte uruguayos –le respondí-, pero la mayoría de indocumentados son chilenos. Ella me dijo: “prepáreme una lista de los indocumentados”. Le preparé la lista y fui a verla. Ella tenía su despacho en el Palacio de Carondelet. Tenía un edecán, todo lleno de entorchados y charreteras parado atrás. Martha me pidió la lista, se la dio al  edecán y le dijo: “vaya a la Dirección del Registro Civil y que le den una cédula ecuatoriana a cada uno de los que están en esta lista”. Ese fue mi primer documento legítimo.

¿Cuándo ya no esté físicamente cómo imagina que le recordará la gente?

Nunca se me ocurrió; así que no sé cómo me habrán de recordar, por ahora soy yo el que recuerdo. Una de las cosas que me pesa y me angustia es precisamente que tantos amigos queridos hayan marchado.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Social media