“Hace 21 años nació la Universidad Técnica de Cotopaxi (UTC) y con ella nuevos espacios para el desarrollo cultural, el más importante el ballet folclórico Mashca Danza.

Durante su trayectoria más de 600 jóvenes fueron parte de sus filas. Cada uno es recordado con entusiasmo por Marlon Muñoz, su mentor y guía desde el inicio hasta marzo de 2018 que se jubiló.

Las más de 30 coreografías, que desarrollaron en estos 21 años están por cumplir sus 3.000 presentaciones, fueron vistas a lo largo y ancho del país y del continente (Venezuela, Chile, México y Colombia).

“Cuando salimos al extranjero dejamos muy en alto el nombre de Ecuador”, aseguró Muñoz, mientras recordó los reconocimientos más importantes con los que se alzaron en estos años, como Guaranga de Oro, Mazorca de Oro, dos Danzantes de Oro, Danzante de Plata, Artesano de Oro, además de placas, diplomas y condecoraciones, entre ellas de la Asamblea Nacional, Concejo Municipal y Prefectura.

Sin embargo, Muñoz considera que los premios espirituales son los más importantes, como “cuando nos aplaudieron de pie en la Universidad Católica, entre otros espacios, son momentos que perduran en el alma y valen más que todos los premios juntos”.

 Mashca Danza cuenta con más de 15 vestuarios diferentes, como salasacas, saraguros, otavaleños, san juanes cholerías, danzantes de jachaguango, etc. Su valor sobrepasaría los $ 25.000, que se obtuvieron con los aportes económicos de los premios y de la universidad.

Los integrantes requieren de una disciplina estructurada; no descuidar los estudios mientras se integra el ballet. Parte de ello no es únicamente aprender los pasos, sino conocer los rasgos culturales de diversas etnias a las que interpretan, su legado e identidad.

Elías Valdez, actual director del grupo, reconoció en Marlon Muñoz a su “maestro”, está convencido de que parte de rescatar su legado es trabajar intensamente para no perder el posicionamiento que logró el ballet folclórico que actualmente es uno de los más importantes de la provincia y de la Sierra centro.

Las invitaciones continúan, este año prevén visitas por primera vez a Argentina y Brasil. Para determinar las personas que van a viajar se selecciona a aquellos que alcanzaron mayor nivel de profesionalismo para interpretar los ritmos, así como una madurez personal y responsabilidad.

En la actualidad Mashca Danza está integrado por 60 jóvenes que reparten su tiempo entre los estudios y su actividad cultural. Todos son estudiantes de la UTC, pero de distintas provincias del país. Su preparación es casi diaria, en horarios que se acomoden a su ritmo académico en la mañana y tarde.

El teatro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Cotopaxi es el espacio que acoge a este grupo de jóvenes, cuyo amor por la danza los mantiene juntos.

Mishele Robalino integra el ballet hace nueve años, cuando era estudiante de ingeniería informática, ahora que ya es un profesional no dejó el grupo, le apasiona la danza y todo lo que aprendió durante su trayectoria.

“Conocí el legado de nuestros antepasados, no aprendemos únicamente a danzar, conocemos de dónde y por qué se crearon los distintos ritmos, solo siendo conscientes de ello podemos interpretarlo con los cuerpos y con el alma”, aseguró el joven, que además destacó la alegría de visitar lugares que jamás imaginó.

Luis Panchi, actual integrante, contó que la disciplina, humildad y amor por lo propio son los valores que le transmitieron el grupo de danza y sus líderes. “Me sirven en la vida de hoy y del mañana”, comentó el joven.

Los alumnos de Mashca Danza aprendieron el legado y están interesados en multiplicar los conocimientos adquiridos, es así como hace nueve años nació Mashca Danza Infantil para formar a los futuros talentos en ese arte.

Segundo Pallo, director del grupo de niños, emplea técnicas lúdicas para atrapar la atención de los menores; al principio eran 200, pero se quedaron 30 que tuvieron un interés genuino por aprender a contar con sus cuerpos el legado andino.

Los chicos se reúnen los lunes, de 16:00 a 18:00, para practicar en un espacio facilitado en las instalaciones del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) de Latacunga.

Los padres de los niños del grupo formaron un comité en el que voluntariamente contribuyen para enfrentar las necesidades que se generan en la trayectoria. Se han presentado en Perú y Chile.

Según Pallo, la proyección del grupo es seguir recibiendo invitaciones para darse a conocer, “que sepan nuestra cultura por medio de la danza”. (I)