Los juegos de vídeo violentos alteran las funciones cognitivas y emocionales del cerebro en jóvenes en tan sólo una semana, según datos presentados hoy en la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA, por su sigla en inglés).
 "Por primera vez hemos encontrado que una  muestra aleatoria de jóvenes adultos evidencia menos activación en  ciertas regiones frontales del cerebro tras una semana jugando en casa",  indicó el profesor Yang Wang, investigador de la Universidad de  Indiana.
 El estudio, que utilizó los datos procedentes de  resonancias magnéticas, sometió a análisis a 22 varones entre 18 y 29  años, que fueron separados en dos grupos iguales.
 Un grupo  jugó a vídeo juegos de disparos durante diez horas a lo largo de una  semana y dejaron de hacerlo en la siguiente, mientras que el otro grupo  estuvo exento de esta rutina durante esos 14 días.
 Para  obtener datos comparativos, los sujetos que estuvieron jugando durante  la primera semana fueron sometidos a una resonancia magnética mientras  realizaban varias tareas.
 El grupo que jugó a los vídeo juegos  mostró una menor activación del lóbulo frontal inferior al realizar las  pruebas emocionales con palabras de acciones violentas y no violentas y  también una reducción de la actividad en el córtex a la hora de  desempeñar tareas numéricas.
 En la semana siguiente, libre de vídeo juegos violentos, esos cambios cerebrales disminuyeron.
 Según el profesor Wang, los resultados demuestran que los vídeo  juegos violentos tienen un efecto a largo plazo en las funciones  cerebrales.