Al  menos setenta y  seis países cuentan con legislación que criminaliza la  homosexualidad,  algo que viola los derechos humanos, según denunció este miércoles  la Alta  Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay.
 Pillay presentó este miércoles un estudio sobre leyes y prácticas contra el   colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) según el   cual al menos 76 países tienen leyes que criminalizan explícitamente  las  relaciones homosexuales o "vagas prohibiciones que se aplican de  forma  discriminatoria" contra este colectivo.
 Desde el año  2000, las  leyes que criminalizan actos homosexuales han sido derogadas  en  Armenia, Azerbaiyán, Bosnia-Herzegovina, Cabo Verde, Georgia, Fiji,   India, las Islas Marshall, Nepal, Nicaragua, Panamá y Estados Unidos,   así como en territorios dependientes de Nueva Zelanda y Reino Unido.
 Pese a ello, actualmente en al menos cinco países se puede aplicar la   pena de muerte a aquellos que sean declarados culpables de delitos de   conducta homosexual.
 La Comisión de los Derechos Humanos   confirmó que el uso de la pena de muerte en la penalización de delitos   no violentos, incluidas las relaciones sexuales entre personas adultas   del mismo sexo "constituye una violación de la ley internacional sobre   derechos humanos".
 El informe que ha presentado hoy la Alta   Comisionada, elaborado a partir del estudio de dos décadas de documentos   recogidos por los organismos de derechos humanos de la ONU, concluye   que existe un claro patrón de violencia y discriminación contra las   personas LGBT.
 En su intervención ante el Consejo de Derechos   Humanos, Pillay aseguró que la violencia contra este colectivo ocurre en   todas las regiones, al tiempo que agregó que los incidentes más  comunes  son los asesinatos selectivos, los asaltos violentos, los actos  de  tortura y la violencia sexual.
 Ayer mismo el Movimiento de   Integración y Liberación Homosexual (Movilh) de Chile anunció que un   joven homosexual chileno se encuentra en coma tras ser agredido el   pasado fin de semana por un grupo de neonazis, quienes además hicieron   varias marcas en su cuerpo y le arrancaron parte de una oreja.
 Ante este tipo de situaciones, Pillay instó a los gobiernos a mejorar   sus respuestas para combatir la violencia homófoba y reclamó un cambio   en aquella legislación que discrimina "y trata como criminales" a las   personas basándose en su orientación sexual o su identidad de género.
 La presidenta del Consejo de Derechos Humanos, Laura Dupuy Lasserre,   recordó que la criminalización de las personas homosexuales "es una   violación de la ley internacional" e instó a los países miembros de este   órgano a responder ante estos actos.
 "Necesitamos informes   periódicos que verifiquen que los casos de este tipo de violaciones se   están tratando, y para que esto ocurra cuento con este Consejo y con   todas las personas concienciadas", concluyó.