El Telégrafo
Ecuador / Martes, 02 de Septiembre de 2025

En las calles de Guayaquil, la vida transcurre entre luces, colores y ruido

Cientos de personas de todos los rincones de la ciudad aprovechan la fecha para disfrutar un momento de los motivos navideños y las imágenes que consolidan esta fecha.

Las luces multicolores que engalanan la ciudad invitan a los guayaquileños a desplazarse con sus familias a diferentes sectores del norte, centro y sur de la urbe, en donde los puentes, los balcones, las plazoletas y las casas se iluminan con los colores de la Navidad. Estos lugares, además, se decoran obligatoriamente con el pesebre.

El vaivén de esa agitada masa humana que recorre incansable, año tras años, aquellos sitios no es más que un pretexto para hacer un alto a la jornada del día a día, pasear en familia y dejar a un lado el estrés, pero por sobre todas las cosas, dedicarle un merecido tiempo al Dios hecho carne.

La fascinación por tomar un descanso y extasiarse observando esas luces que forman diferentes figuras, tiene un denominador común: darle la bienvenida al Niño Jesús. (E)