Cevallos también tiene buena gastronomía y sitios de recreación familiar. Hay cuatro sitios que son muy frecuentados por turistas locales y del exterior.

Se trata de la hostería SPA La Bonita, Tilapias Yasuní, los dulces de don Manuel y la Cafetería del Tren. Estos negocios ofrecen además de buena gastronomía, actividades recreativas y cuentan una parte de la historia de Cevallos, el cantón más pequeño de Ecuador, con 19 kilómetros cuadrados.

La aventura empieza en la hostería SPA La Bonita. Es un conjunto de cabañas con una arquitectura campestre en la que sobresalen los techados de teja vista, la madera, las áreas verdes, las plantas ornamentales, canchas deportivas, piscinas y los senderos. 

“Empezamos con la idea de construir una casa de campo. Fue muy difícil empezar, pues se trataba de un terreno con plantas frutales hace 16 años. La piscina empezó a funcionar en 2015. Su nombre es un homenaje a nuestras tres nietas”, asegura Norma Morales Sánchez, propietaria.

Japoneses, argentinos, estadounidenses y de diversas provincias ecuatorianas se han alojado allí. Tiene capacidad para  40 personas; la piscina temperada y el área de hidromasaje, turco, sauna, polar y más pueden ser ocupadas por 80 usuarios. Un detalle sorprendente de este sitio es el manejo de los microclimas que se consigue con un enorme techado traslúcido de policarbonato que cubre el área húmeda. La temperatura allí puede llegar a 30 grados y es como estar en la Costa.

“Atendemos los fines de semana y feriados, de 09:00 a 18:30. También ofrecemos servicio de restaurante con los famosos pargos fritos o al vapor, camarones apanados, chuletas asadas, consomé de pollo, caldo de gallina, mote con chicharrón y choclos con queso. El plato en promedio cuesta entre $ 1,50 y $ 8 y el alojamiento $ 30, incluido el uso de las instalaciones”, detalla Juan Carlos Guadalupe, administrador.   

Como es común en Tungurahua, las vías de acceso a las comunidades son asfaltadas. Esta hostería se encuentra en el caserío Andignato.

Cerca de allí se levanta el restaurante Tilapias Yasuní. Este nombre define la gastronomía que allí se ofrece con una acentuada sazón amazónica. 

En un recodo de la vía asfaltada se encuentra este restaurante cuya actividad culinaria es visible desde afuera por las ventanas amplias.

“Empezamos hace cuatro años y ofrecemos la tilapia del Oriente en maito, al jugo y asada. También caldos de gallina, pollo y chuleta asada, encebollados y los afamados volqueteros. Estamos en el barrio Santa Rosa, vía a La Florida; atendemos los fines de semana y feriados, de 09:00 a 22:00”, dice Mayra Fuentes, su propietaria.

La sazón fue introducida por una joven shuar. En el maito de tilapia la carne se envuelve en hoja de bijao y así se asa al carbón con sal y algunos vegetales.

Otro sitio turístico es la Cafetería del Tren dentro de la estación del ferrocarril en la calle 29 de Abril. Atiende todos los días, desde las 08:00 hasta las 17:00. Ofrece desayunos y almuerzos. Los fines de semana y feriados, yahuarlocro, fritada, llapingacho, sopa de pollo, sopa de quinua y batidos de higo y café.

“En la estación también está el museo y una sala para conferencias. En los carteles se puede aprender más de la historia de este medio de transporte que cambió la vida de los cevallenses”, comenta Rosa Villacís, propietaria de la cafetería.

A tres cuadras de allí está  el taller artesanal de caramelos de don  Manuel Cando, de 85 años. “Mi madre fabricaba melcochas de jugo de caña y yo le sugerí que usáramos azúcar; allí empecé mi oficio y me hice cargo del negocio a los 13 años”.

La fuente de ingreso familiar es la venta al menudeo de estas golosinas. El producto se expende en pequeñas fundas. Hay  caramelos de azúcar y de miel de abeja, bastones, canastas, chocolatines, bombolines de coco, pájaros y chupetes a un precio de $ 0,50 por unidad.

A pesar de que su rostro es serio y su mirada esquiva, don Manuel es un hombre jovial que está acostumbrado a la presencia de turistas que llegan cada semana a bordo del autoferro en la ruta del Tren del Hielo II. (I)

Datos

La tienda de los caramelos está en la calle Juan Manuel Guevara y la avenida 24 de Mayo, en el barrio del mismo nombre, cerca del parque remodelado.    

Otro atractivo es la cascada de Jun Jun, a la que se llega por una senda natural y una caminata de 20 minutos. Incluso se puede practicar escalada en la quebrada de Querochaca.     

Los huertos frutales cevallenses son apreciados por su producción de manzanas, duraznos, peras y más, durante todo el año. (I)