Por su solvencia a la hora de definir le dicen ‘Tin’, pero ahora tiene apodo propio: ‘Pepe Gol’. Lo cierto es que José Enrique Angulo Caicedo, el delantero sensación del Independiente del Valle (IDV), se abre espacio en el firmamento del fútbol y, poco a poco, su nombre hace eco entre los amantes al rey de los deportes.

Wilson Pillajo, un aficionado al fútbol que suele ver los partidos del club ‘rayado’, cree que Angulo fusiona temple, técnica, potencia y buena ubicación, características que pocos delanteros suelen reunir.

De todo aquello, el temple es lo que más le llama la atención, sobre todo por la juventud del exponente, quien no da pelota por perdida y luce impetuoso en cada jugada.
José tiene una gran fortaleza mental. Víctor Guamán, psicólogo del IDV, recuerda cómo, hace 2 años, la determinación del atleta lo llevó a superar graves lesiones en sus rodillas. Guamán no olvida la mezcla de angustia y frustración que reflejaban los ojos del ariete, quien veía peligrar su carrera debido a esas dolencias.

En ese entonces, ‘Pepe Gol’ militaba en el equipo sub-18 y el daño en las citadas articulaciones, además de requerir cirugías, exigían una rehabilitación de entre 8 y 10 meses.

Cierto día, por voluntad propia, el ariete se acercó a Guamán y le pidió ayuda. “Mi ‘psico’, usted tiene que ayudarme; quiero jugar, necesito volver a las canchas”, fueron las palabras que con énfasis articuló el artillero.

Aquel tono de ruego no resultó tan conmovedor como la entrega mostrada por Angulo para recuperarse. Todas las indicaciones realizadas por los galenos en la parte física y por Guamán en la psicológica las cumplió a régimen.

Las ganas que puso en curarse le ayudaron a ganar tiempo, reduciendo a 6 meses la etapa de sanación.

Angulo también es alegre y sociable. Y como profesional respeta a cabalidad lo que se denomina entrenamiento invisible: se alimenta bien, descansa las horas necesarias y no comete faltas disciplinarias. “No es un hombre perfecto, pero, como pocos, es ambicioso y le gusta ser el centro de atención”, revela Guamán.

A esto se le añade la determinación con la que afronta el día a día. Roberto Arroyo, coordinador de las divisiones formativas en la entidad ‘negriazul’, recuerda que, así como regatea a los rivales en el campo de juego, en su vida personal encara los problemas.

Hace 2 años, cuando estaba por graduarse de bachiller en el colegio del IDV, se acercó a Arroyo para solicitarle ayuda para el examen de matemáticas, asignatura que le era especialmente difícil.

‘Pepe’ tenía inconvenientes con los ejercicios de factoreo y raíz cuadrada, pero se esmeró tanto en aprender que obtuvo una buena calificación y junto a sus compañeros Bryan Cabezas y Jackson Pita concluyó la educación media.    

Arroyo pondera la sencillez del arponero porque a muchos juveniles que viven o vivieron en la residencia de la institución, les cuesta acercarse a los profesores o entrenadores para contar sus problemas.

En la actualidad, José ya no está en la residencia; luego de cumplir 18 años se mudó a una vivienda particular, desde donde parte al complejo deportivo que IDV tiene en Chillo Jijón. Las huellas de sus pininos en el balompié se dibujaron en San Francisco del Bogotá, el recinto más grande de la parroquia rural Santa Rita, perteneciente al cantón San Lorenzo del Pailón, al norte de la provincia de Esmeraldas.  

En este lugar, ‘Pepe’ creció entre el sonido del río Bogotá y el olor a coco, uno de los productos de la zona. A los 16 años de edad se trasladó a Esmeraldas para vincularse a la escuela de fútbol ‘J.P.’ (Jóvenes Progresando), desde donde pasó al Norte América de Guayaquil.

De acuerdo a información de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), en el conjunto porteño permaneció del 2 de mayo al 10 de octubre de 2011, movilizándose después a Sangolquí para vincularse a Independiente del Valle.    

Álvaro Carcelén, instructor de las formativas del club ‘negriazul’, cuenta que José llegó a 4 meses de cumplir 17 años y no tuvo inconvenientes para adaptarse; es más, desde el principio mostró su carácter extrovertido.

El sobrenombre de ‘Tin’ se lo puso él mismo, ya que solía acompañar sus jugadas con relatos. “Se la lleva el ‘Tin’, cabecea el ‘Tin’, gol del ‘Tin’... como de esa manera se refería a sí mismo, sus compañeros optaron por dejarle con ese mote”, revela.

Entre sus características está el ser bastante inquieto: cuando viajaban en bus a cumplir los cotejos de las divisiones menores en otras ciudades, se paraba a conversar o hacía chistes, algo que le granjeó la simpatía de sus compañeros.

Según Carcelén, su principal virtud es la seguridad en sí mismo, y su defecto, la ansiedad: se desespera por conseguir algún objetivo. Esto se acentuó cuando José integraba el elenco sub-18 y estuvo lesionado.

Una vez recuperado, en 2013, alternó entre el combinado sub- 18 y el de reserva; en 2014 se estableció en el de reserva y en 2015 rotó entre la reserva y la plantilla principal, debutando con suceso en primera A, tras marcar 14 dianas en su primera temporada.

Este año su nombre ya suena a nivel internacional; no solo tiene 2 goles en la Copa Libertadores, sino que es titular en la oncena del timonel Pablo Repetto. Su estreno en la competencia de goleadores se dio el 11 de febrero, ese día  marcó  el tanto con el que IDV pasó a la fase de grupos, eliminando al Guaraní en Asunción (perdió 2-1, pero accedió).  

Hoy, ‘Pepe Gol’, como lo bautizaron en el primer equipo, debe cumplir su segunda convocatoria a la ‘Tricolor’; en noviembre pasado el estratega Gustavo Quinteros lo incluyó en el llamado de cara a los duelos ante Uruguay y Venezuela por las eliminatorias del mundial ‘Rusia 2018’, pero no constó en la nómina oficial. Quedarse en la selección es su nuevo reto. (I)