Un grupo de personas se refugia en un centro comercial para escapar de una horda de muertos vivientes que se aglomeran en el exterior tratando de entrar para saciar su hambre con su bocado favorito: la carne humana.

Mientras tanto, una familia de caníbales secuestra a unos jóvenes y los asesina de múltiples maneras. Entre los homicidas se encuentra un psicópata que es experto en el uso de la sierra eléctrica y utiliza una máscara hecha con piel humana para ocultar su rostro.

Por otra parte, un científico recolecta miembros de cadáveres para crear un cuerpo y tratar de darle vida utilizando impulsos eléctricos. Para ello cuenta con la complicidad de su jorobado sirviente. El resultado de este experimento es un cadáver reanimado que empieza a matar gente.

El número de asistentes aumenta con cada exhibición. Ya se ha ‘corrido la voz’ de que existe un espacio que congrega a los amantes del cine de terror. Fotos: Lylibeth Coloma / El Telégrafo

Tres escenarios diferentes que seguramente los amantes del terror reconocerán. Los zombis, los asesinos seriales y los científicos locos, hacen parte de ese universo fílmico que por décadas ha generado pesadillas a las personas más sensibles, pero también ha deleitado a millones de aficionados al cine de horror que buscan el susto que acelera el pulso, el miedo que eleva la adrenalina, ese sentimiento de terror que los hace sentir vivos.

El  gusto por este género cinematográfico ha unido a tres  amantes del séptimo arte, en una iniciativa dirigida a esas personas que disfrutan con los muertos vivientes, los demonios, los slasher (psicópatas asesinos), los monstruos, los vampiros, los hombres lobo y los fantasmas. Se trata de ‘Paniqueo’, un proyecto para congregar a los fanáticos del terror.

Aquí se presentan mensualmente películas de este género en funciones que incluyen un foro posterior a las películas. El objetivo a mediano plazo de los creadores de ‘Paniqueo’ es realizar en 2018 un festival internacional de cine de terror en Guayaquil, que este evento llegue a consolidarse y se convierta en algo emblemático de la Perla del Pacífico.

El mentalizador es el escritor y emprendedor cultural Andrés Massuh, quien tenía la inquietud de ofrecer un espacio de encuentro para los ‘terror-adictos’. Y encontró los compañeros perfectos: la licenciada en Cine y Tv Ximena Ansaldo, quien actualmente es guionista y asistente de dirección en comerciales y teatro; y Billy Navarrete, programador de la organización cultural Ochoymedio.

Con ellos han realizado las ‘Noches de paniqueo’, como se denomina al evento mensual en el que exhiben filmes de terror.

¿Cómo surgió esta idea? “Hemos observado que el público guayaquileño es amante del cine de terror y no existía en la ciudad un espacio así”, afirma Massuh. “Entonces creamos esta iniciativa para abrir y diversificar los contenidos audiovisuales de terror que vemos”.

Según él, un estudio de audiencia que hizo el Consejo Nacional de Cinematografía (CNCINE) coloca al terror como uno de los géneros favoritos de los ecuatorianos, sobre todo en Guayaquil.

Dicho análisis, efectuado por la empresa Marketing Consulting, señala que a septiembre de 2015 el terror era el tercer género favorito de películas de los ecuatorianos, luego de la acción y la comedia, con un 35% de preferencias.

El estudio también dice que este es el género favorito de las personas entre 18 a 35 años (ver gráfico en la página 27).

Basado en dichas estadísticas y con el conocimiento que tienen sobre cine, los tres amigos iniciaron el proceso. Saben que es complejo llegar a institucionalizar un festival de cine de terror. Por ello decidieron realizar el trabajo en dos etapas.

“La primera, en la que estamos ahora, es crear las ‘Noches de paniqueo’, que es un encuentro mensual en el que proyectamos películas de terror que no encontramos habitualmente o que forman parte de este cine de culto”, indicó Andrés Massuh.

Andrés Massuh (izq.), Ximena Ansaldo y Billy Navarrete (der.) son los responsables de la organización y programación de las ‘Noches de Paniqueo’ .

La idea también es que este sea un espacio multidisciplinario, “buscamos que no solo se exhiba la película sino que los creadores del género de terror  (dibujantes, escritores, caricaturistas) presenten sus obras”.

El nombre de la iniciativa, ‘paniqueo’, surgió de una lluvia de ideas. “Yo quería un nombre significativo, sobre todo para el festival. No quería que fuera solo ‘Festival de cine de terror de Guayaquil’, deseaba darle una forma. ‘Paniqueo’ es algo muy criollo, muy local, y el término funcionó”, recuerda Andrés Massuh.

El espacio se estrenó el pasado 1 de junio en el centro cultural Estudio N con la proyección de Frankestein de 1931, protagonizada por Boris Karloff. Desde entonces han exhibido La matanza de Texas de 1974, dirigida por Tobe Hooper; el filme coreano The host, de 2006; y Dawn of the dead de 1978, dirigida por George Romero, en cuya presentación estuvo el guayaquileño Jairo Guerrero, creador de la marca HorrorCrypt. 

La próxima función será el viernes 20 de octubre, a partir de las 20:30, en el café Charlot, Víctor Emilio Estrada y Dátiles, en Urdesa. Se realizará la ‘Noche de ansia y sed’, dedicada a los filmes de vampiros. Se proyectarán El ansia, de 1983, con Susan Sarandon y David Bowie; y la coreana Thirst, de 2006.

Además se leerá un cuento de vampiros y se realizará una caracterización en vivo, con una artista que hará un maquillaje especial de vampiro a una persona designada. El costo de la entrada es $ 5.

Las ‘Noches de paniqueo’ han ganado aceptación y cada vez acude más gente, pues ya se ‘corrió la voz’ de que existe un espacio para los amantes del cine de terror, género que se ha revitalizado gracias a directores como James Wan con ‘El conjuro’ y filmes que han tenido buena taquilla como ‘It’ y las dos partes de  ‘Anabelle’, entre muchos otros.

Ximena Ansaldo considera que el terror es más que una moda pues hay gente a la que el género le apasiona. “Claro que Hollywood pondrá de moda su ‘monstruo de turno’, del cual todo el mundo hablará... pero nuestro público, el que es realmente amante del terror, va a ver una película por las sensaciones que le genera. Ellos siempre han estado ahí”.

Sobre los monstruos preferidos por el público, la diseñadora afirma que el auge de los zombis tiene cautivados a muchos. “Nuestra tercera ‘Noche de paniqueo’, con Dawn of the dead, fue la que tuvo más concurrencia y participación del público”. 

Ella, en lo personal, es más aficionada al terror asiático. “Su cosmovisión es tan distinta a la nuestra que me atrapa”.

Billy Navarrete también considera que el género de terror nunca ha dejado de tener buena salud, aunque “eventualmente se manifiestan fenómenos de taquilla, inducidos mayormente por la maquinaria de propaganda de la gran industria”.

Para el experto, las criaturas que siempre gozan de gran vigor son los zombis y los vampiros. “Estos seres ahora, por efecto de la posmodernidad, los encontramos por fuera del canon convencional del género protagonizando dramas románticos y comedias de terror”, afirma en referencia a películas como Crepúsculo o Mi novio es un zombie. “El género de terror ha servido para metamorfosear la realidad y así cabe interpretar a monstruos que emergen de oscuras guaridas o paranormales para ser enfrentados por los humanos indefensos. Estos fenómenos poseen especial fascinación en las audiencias juveniles amantes de emociones”.

Actualmente es poca la producción de cine ecuatoriano en el género del terror. Según Navarrete, “en términos generales, el cine ecuatoriano ha crecido en el neorrealismo y el cine de denuncia social dejando inexplorados géneros fantásticos y el terror. Sin embargo, existe una incipiente producción nacional en el género de terror en el cine ‘bajo tierra’ o en la producción de cortometrajes que recrean mitos y leyendas urbanas”. 

Sobre el tema, el estudio del CNCINE señala que las películas de terror son las que al público más le gustaría ver en producciones nacionales, con el 44% de favoritismo (ver gráfico).

Una de las asistentes a la proyección de la película The host, Adriana Holguín, destacó la iniciativa de las ‘Noches de paniqueo’. “Me parece excelente, porque películas de terror casi no se las exhibe en los cine foro. Encuentras drama, pero pocas películas de este género”.

Con ella coincide otro espectador, Juan Alvarado, quien afirma que “me parece espectacular este tipo de espacios. Es difícil que suceda en Guayaquil con el cine de terror, que solo lo ves cuando estás con un grupo de amigos y te convocan a ver estas películas,. Pero llamar un público para ver películas de terror con un foro, me parece genial. Me gustaría que hayan más espacios. Esto se ve mucho en Quito, en Estados Unidos también es muy frecuente”.

Julia Herrera, otra amante del cine de horror, considera que “este tipo de espacios me parece excelente, es algo muy innovador y debe hacérselo más seguido en la ciudad”.

Billy Navarrete reconoce la ausencia de estas películas en los cines foro y muestras de cine arte. “Efectivamente es escasa la programación del género de terror en Guayaquil para visionarlos en el marco de la cinefilia y amantes del género”, señala el experto. “Es algo curioso considerando que Guayaquil posee una tradición cultural del género que ha provocado, por ejemplo, series de extrovertidos desfiles zombis por sectores como Urdesa”. (I)

Datos

Hasta el momento la difusión de las actividades de ‘Paniqueo’ se ha realizado principalmente a través de las redes sociales. El grupo cuenta con su página en Facebook (@paniqueo), en la que informan las próximas reuniones.

Andrés Massuh señala que los asistentes piden películas independientes, “que son de un corte que no es el típico de Hollywood, más autorales, nos encontramos con títulos que no son muy conocidos en los circuitos comerciales”.