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Las fiestas de carnaval, una catarsis colectiva
La fiesta del carnaval se celebra también en otras latitudes. En Europa, en especial en Alemania, sobre todo en Düsseldorf, los carnavales son, junto a los de la cercana Colonia y los de Maguncia (Mainz), una de las festividades más destacadas del país germano.
En Düsseldorf los festejos comienzan el 6 de febrero y durante el desfile del día siguiente la gente grita enérgicamente su saludo carnavalero: ¡Hellau! ¡Hellau! En el casco antiguo tiene lugar un peculiar asalto por parte de las mujeres Möhnen, quienes van al Ayuntamiento y apresan al alcalde de la ciudad.
Luego, después de tomarse unas botellas de vino y tras varios números de canto y baile, cortan las corbatas de los hombres. Son las mujeres quienes gobiernan la ciudad durante todo el día y ocupan la plaza del mercado en Karlplatz en su alborotada celebración, que no termina sino en los bares del casco antiguo ya en la madrugada.
Aunque el carnaval por excelencia se representa en Colonia, Düsseldorf pelea con esta ciudad por ser más original y divertida en el desarrollo de la festividad.
Según la página web Por Conocer, lo que más esperan los habitantes de Düsseldorf, y que se convierte en el momento cumbre de la fiesta, es el lunes de carnaval, cuando más de 70 carrozas recorren la urbe mostrando todas sus galas y colorido.
Desde los originales vehículos, acompañados por 5.500 participantes y 50 bandas de música, se lanzan hasta 40 toneladas de caramelos.
Días locos de una fiesta callejera en Colonia
Esta ciudad alemana también rinde culto a esta antiquísima celebración pagana, en la que todo el mundo se disfraza, incluso hasta los más introvertidos quedan atrapados por ese ambiente festivo; todos cantan y bailan en las calles de la ciudad; y en los bares, que permanecen abiertos las 24 horas, no dejan de servir y servir la tradicional cerveza alemana.
El carnaval de Colonia es uno de los acontecimientos más importantes de Alemania.
Otra de las ciudades que celebran esta festividad es Santa Cruz de Tenerife, una provincia española de la comunidad autónoma de Canarias.
En 1980, esta celebración fue declarada oficialmente Fiesta de Interés Turístico Internacional. y desde 1987 figura en el Libro Guiness de los Récords con la mayor participación de público, —más de 200.000 personas en un baile celebrado en lugar abierto—. El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife se celebra desde las postrimerías de la llegada y asentamiento de los primeros europeos, tras la conquista de las islas Canarias.
Esta celebración combina algunos elementos, como disfraces, espectáculos y desfiles con una multitudinaria fiesta bailable, sana y bullanguera, en plena calle, al aire libre, tanto de día como de noche, en distintas vías del casco urbano antiguo y de sus céntricas plazas.
De igual manera, es considerada como una fiesta difusora y revitalizadora de los carnavales que se celebran en las distintas poblaciones del archipiélago canario.
A pesar de la prohibición de estos festejos establecida en todo el territorio nacional durante la dictadura de Franco, supo disfrazarse a sí misma con el eufemismo de ‘fiestas de invierno’, para no perecer en dicha época, como le sucediera al resto de los carnavales que se celebraban en las diversas poblaciones de España.
En Italia, las ciudades son invadidas de disfraces, confeti, luces y colores que crean un ambiente festivo único y que es un atractivo para los turistas.
Los orígenes del carnaval se remontan a las saturnales romanas que se celebraban en honor del nuevo año, pero también se relacionan con las fiestas de los lupercales y las dionisias.
La etimología del término carnaval deriva, muy probablemente, del latín carnem levare, expresión que indicaba el banquete que tenía lugar el último día antes del período de abstinencia de carne y ayuno. (I)
El Carnaval de Río de Janeiro es el más difundido, pero no es el único
Según la página Euroresidentes, el carnaval brasilero nace como una adaptación de la herencia portuguesa, la fiesta en la que participaba toda la familia. La celebración se transforma y toma el carácter que hoy conocemos, con la aparición de las escuelas de samba (especialmente de las favelas y barrios de Río de Janeiro) que se institucionalizaron y convirtieron al carnaval en el espectáculo mundial en el que se invierten grandes sumas de dinero. Aunque el Carnaval de Río de Janeiro es el más conocido, también destacan los de Olinda, Recife y el de Salvador Bahía, que se realiza en las calles y no en un sambódromo. (I)