Grecia acogió a numerosas personas a causa del cierre de fronteras en el resto de Europa. Hoy alberga a 53.000 refugiados e inmigrantes de los cuales 7.000 se encuentran en las islas y 46.000 en territorio continental. El promedio de llegada era 300 personas al día y desde el 29 de marzo se incrementó a 766. A diario, caravanas humanas intentan arribar a los países de la Unión Europea (UE). Huyen de la guerra, del Estado Islámico y de la miseria. Este fenómeno es considerado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como “la mayor crisis humanitaria” desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Sonia Aguilar, oficial de la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), explicó que con el objetivo de frustrar el modelo de actividad de los traficantes y ofrecerles a estas personas una alternativa -a arriesgar sus vidas - los líderes de los 28 países de la UE acordaron el 18 de marzo con Turquía que todas las personas arribadas ilegalmente por el mar Egeo (que separa a ambas naciones) a partir de la madrugada del domingo 20 de marzo serían internadas en centros para ser retornadas a Turquía. A cambio, Turquía recibirá $ 6.828 millones, la exención de visados de ingreso a la UE a ciudadanos turcos y facilidades para gestionar su ingreso a la UE.

Asilo y expulsión

En el campo de Moria, en Lesbos, están retenidos 3.000 individuos. Desde ahí iniciaron el lunes pasado las expulsiones de retorno a Turquía. La visita del Papa Francisco, programada para el 14 o 15 de abril con la compañía del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, suspendió las deportaciones hasta segunda orden.

Ante esta perspectiva, numerosos inmigrantes se precipitaron a pedir asilo en Grecia. Según la agencia AFP, hasta el martes había más de 2.300 demandas, de los 6.000 inmigrantes que estarían sujetos a expulsión, repartidos principalmente en las islas de Lesbos, Chios y Kos.

Vincent Cochetel, director de Acnur, denunció al diario The Guardian que algunos de los expulsados del lunes no pudieron pedir asilo por un error de las fuerzas de seguridad griegas. La Comisión Europea (CE) aseguró que entre las 202 primeras personas deportadas ninguna demandó asilo.

El sistema de asilo en la Unión Europea se rige por el reglamento de Dublín, que establece que el primer país de la UE al que llega un solicitante de asilo debe encargarse de dar trámite a la solicitud.

Desde hace años, varios Estados de los 28 miembros de la UE piden una revisión del reglamento, y el registro de 1,25 millones de solicitudes de asilo en 2015 expuso sus fallas. Para la funcionaria de la Acnur en Quito, la prioridad del organismo al que representa es que se garantice el establecimiento de todas las salvaguardas antes de que se inicie cualquier retorno. “A través de las distintas oficinas en Ankara estamos tramitando estos casos. Hay grandes retos, ya que Grecia está experimentando cómo responder masivamente ante estos centros de recepción de asilos”.

Aguilar reconoció que la saturación de las solicitudes crea una gran dificultad para responder a las mismas causando grandes incidentes. La UE prometió enviar refuerzos a Grecia, específicamente a expertos en derecho de asilo, para agilitar el análisis de las demandas.

Según el ministro alterno de asuntos europeos de Grecia, Nikos Xydakis, solo una decena de juristas fueron enviados a las islas. La cantidad no cubre la demanda, ya que solo pueden tramitar entre 400 y 500 demandas en 15 días. A la par, en Turquía, Acnur solicitó acceso a las personas que sean retornadas, para asegurar su beneficio de protección internacional efectiva y así evitar posibles riesgos de refoulement (devolución de una persona a un lugar donde su libertad, su vida o su integridad física pudieran correr peligro).

La ONU espera que pronto sea adoptada la regulación sobre Protección Temporal necesaria para conceder o restablecer el estatuto a los sirios readmitidos. Según datos revelados en el 2015 por la Comisión Europea, a Turquía, país ubicado al norte de Siria, llegaron 1’938.999 ciudadanos de ese país en los últimos 4 años. Los otros países cercanos, como Líbano, albergaban a 1’113.000 sirios, mientras que Jordania a 629.666.

Es decir, mientras que la UE analiza dónde ubicar los 160.000 beneficiarios de asilo que planea aceptar en los próximos dos años, los tres países cercanos habían recibido en conjunto cerca de 3,6 millones de sirios. Estas 3 naciones son también el nicho en donde nace la red de tráfico humano. Ahí los contrabandistas juegan con el sueño europeo.

Feliciano Tisera, periodista y politólogo, analiza que la continuidad de la actividad de estas mafias revela que Turquía no está cumpliendo con su parte. Expone que las medidas de seguridad obligarán a que los contrabandistas creen otras rutas más arriesgadas para traficar.

Para Turquía controlar una frontera terrestre y marítima de más de 10.000 kilómetros es una misión casi imposible. La costa del mar Egeo está llena de bahías donde los contrabandistas se mueven a sus anchas.

Los miles de sirios, afganos, marroquíes y otros migrantes pagan desde $ 1.200 para cruzar el mar Egeo, según una publicación de El Mundo. El periódico español logró contactar a uno de los traficantes, quien admitió que en un viaje el dueño del bote puede ‘ganar’ hasta 40.000 euros.

¿Hay posibles soluciones?

La Comisión Europea presentó este miércoles una serie de “opciones” para reformar el sistema de asilo de Dublín con el objetivo de hacer una propuesta efectiva de modificación de las reglas de asilo antes de junio.

Frans Timmermans, vicepresidente de la CE, bautizó a una de ellas como “Dublín plus”. Esta medida se basa en el actual sistema, pero establece además un mecanismo en caso de llegadas masivas, similar al que ya está vigente en la UE para el reparto de 160.000 refugiados de 2015.

Esta primera opción permitirá responsabilizar a los primeros países a donde llegan los solicitantes del control de sus fronteras. La segunda propuesta apunta al reparto por cuotas de los solicitantes de asilo entre los 28 países de la UE. La porción por país se establecería ponderando criterios del Producto Interno Bruto (PIB) o la tasa de desempleados. Alemania y Suecia apoyarían esta segunda propuesta, aunque el mecanismo apenas logró reubicar entre los otros miembros de la UE a 1.111 personas.

El año pasado, Antonio Guterres, representante de la Acnur, denunció que “la desorganización y el sistema de asilo extremadamente disfuncional de Europa agravan la crisis de refugiados”. La funcionaria de Acnur, Sonia Aguilar, indicó que Ecuador también es una opción de asilo. “A través del Plan de Acción de Brasil (PAB, 2014), firmado por los Estados de la región, América Latina reafirmó su defensa de los derechos de refugiados, desplazados internamente y apátridas”. En Quito actualmente viven 10 refugiados sirios y existen 79 solicitudes más. Su mayor problema es el idioma, pero ven en el país la oportunidad de tener una nueva vida. La asociada de la Acnur en Ecuador enfatiza que la solidaridad no solo de la UE sino de todos lo países podrá amortiguar el conflicto y devolver la dignidad a los migrantes. (I)