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En el '27 de Febrero' se vende pulque y remedios
En Cuenca, el mercado 27 de Febrero es un gran complejo comercial que contempla una espaciosa zona de alimentos y otra donde funcionan locales donde se comercializan diferentes productos. Por eso, los comerciantes lo llaman ‘centro comercial’. En este espacio hay papelerías, sastrerías, cursos para aprender a tocar instrumentos musicales y hasta locales para realizar llamadas telefónicas nacionales e internacionales y navegar por Internet.
Al tener a la mano tantos servicios, las familias se organizan para realizar diversas actividades en un solo lugar y así aprovechar el tiempo. Mientras Carmen Panamá arregla la basta del pantalón de uno de sus clientes, este, en lugar de esperar, emplea el tiempo en hacer las compras del día e incluso para arreglar un reloj. Carmen trabaja desde hace 12 años en su local de sastrería, que está próximo a los puestos donde se venden coles, papas y manzanilla.
Recuerda que al inicio no llegaba mucha gente porque no tenían todos los servicios que ahora brindan. El local que hoy ocupa era un bazar, pero su antigua propietaria se lo vendió, porque no obtenía las ganancias esperadas. A ella le fue mejor porque tiene una clientela fija que siempre demanda sus servicios.
Este no es el único local de sastrería en este centro de abastos. Hay dos negocios más, cuyos dueños se dedican a la confección de las polleras, las tradicionales prendas de la chola cuencana. A pocos pasos, en los puestos 92 y 93, funciona una papelería que además de vender cuadernos y lápices, dispone de 4 computadoras para ofrecer el servicio de conexión a Internet. Los principales clientes, según Liseth Cunin, son los hijos de los comerciantes del mismo mercado y los estudiantes de una escuela del sector que no disponen de computadoras en sus hogares.
Los chicos no solo realizan consultas escolares en Internet, también actualizan sus redes sociales, comparten fotos y se ponen al tanto de la vida virtual de sus amigos. Hace 18 años, el padre de Liseth Cunin abrió el negocio, pero solo hace 3 adquirió las computadoras. Para Cunin es fundamental que el mercado incluya también papelerías, relojerías y otros negocios, porque así es posible atraer a la clientela.
Para completar los servicios, Francisco Baculima dicta cursos para aprender a tocar instrumentos musicales. Este azuayo enseña a niños y adultos en un local que mantiene hace 12 años. El profesor coincide con Panamá y recuerda que en los inicios de este mercado, no había mayor afluencia de gente, incluso había locales que permanecían casi vacíos.
Los principales clientes que visitan este lugar son los habitantes de sectores rurales como Quingeo y El Valle. “A mí me beneficia estar aquí porque al venir a comprar para la comida van viendo y saben que tengo mi local”, dijo Baculima.
En este mercado también hay panaderías, peluquerías, ferreterías y bazares y un área especializada en la venta de plantas medicinales, donde hay hierbas que, al parecer, curan varias dolencias. En los puestos, las hierbas medicinales se mezclan con los frascos de remedios, aceites y productos esotéricos.
Miriam Sánchez trabaja en el puesto de su madre. Dice que al principio solo ofrecían plantas medicinales con altos poderes curativos, pero hace 10 años también incluyeron jarabes, perfumes y esencias.
Sánchez, al igual que otras 15 comerciantes de esta área, saben qué tipo de hierba o jarabe recomendar para los nervios, para los dolores de espalda, y problemas de la próstata. Aseguran que son muchos los clientes los que llegan buscando frascos de “sígueme sígueme”, del “abriendo oportunidades” y de “la vara de la justicia”. Son ‘pociones’ que se utilizan en muchos hogares, porque, según ellas, tienen efectos sorprendentes.
En la zona de las hierbas también se oferta una bebida tradicional de México conocida como pulque, que se elabora a base del zumo de penco. Al pulque también se lo conoce como “bebida de los dioses” y no solo gusta a los mexicanos, sino también a los azuayos. Los mercados de Cuenca son tan pintorescos que tampoco resulta extraño que durante varios meses, en el área de carnes, haya funcionado una cooperativa de ahorro y crédito. Las comerciantes del centro 3 de Noviembre filetean la carne y, al mismo tiempo, recuerdan aquellos días en que sus clientes no solo llegaban por este alimento, sino también para realizar trámites en la cooperativa. (I)
DATOS
En el mercado 10 de Agosto existen más de 500 puestos, en donde se vende todo tipo de productos. Se caracteriza por la venta de plantas medicinales.
El centro de abastos 27 de Febrero tiene más de 25 años de creación y alrededor de 350 locales. Aquí también tiene su puesto Rosa Otavalo, quien ganó el concurso del mejor hornado de Cuenca.
Cuenca tiene 6 mercados principales: 9 de Octubre, 10 Agosto, 12 de Abril, 27 de Febrero, 3 de Noviembre y El Arenal.