A 7 kilómetros, al noroeste de Cuenca, en medio de valles y sembríos, se encuentra la parroquia conocida como la ‘Despensa hortícola del Austro”, San Joaquín.  

Este lugar alberga a 5.126 habitantes, quienes hallaron en la agricultura su principal fuente económica, hasta que en el año 2000 la falta de plazas de trabajo y el consecuente flujo migratorio obligaron a la comunidad a buscar alternativas para dinamizar la economía.

Así surge la idea de aprovechar el potencial turístico de la zona y en torno a la cuenca del río Yanuncay se crean varios microemprendimientos, en su mayoría gastronómicos. 

Wellington Pesántez, presidente del GAD parroquial, indicó que en 2015 se inició una consultoría para destacar todos los atractivos de la parroquia, desde lo gastronómico hasta lo artístico, con el apoyo de la fundación Turismo para Cuenca. “Ahora alrededor de 1.500 personas nos visitan los fines de semana”, indicó el dirigente.

La denominada ‘Ruta rural: San Joaquín y el río Yanuncay’ comprende 9 puntos. Comienzaa en el centro parroquial con la visita al molino de chocolate El Cisne, la granja integral orgánica Cuadruco y el taller de cestería Artesanías Don Gerardo.

Atraviesa el Biocorredor Turístico del Yanuncay, donde confluye el Ecomuseo, el Mirador de Verde Llano, la Asociación de Productores Agropecuarios Yanuncay y los huertos y viveros Sustag. El itinerario termina en las termas de San Vicente en la comunidad de Soldados, donde la pesca deportiva es una de las principales actividades.

Los atractivos en el sitio son múltiples, van desde la gastronomía, pasan por la visita al museo y culminan con un baño en las Termas de San Vicente en la parte alta.

A lo largo de los 30 kilómetros que componen el Biocorredor del Yanuncay, que se extiende desde las inmediaciones del Cuenca Tenis y Golf Club hasta la comunidad de Soldados. Desde ahí es posible apreciar la diversidad de flora y fauna que se mezcla con los aromas provenientes de los más de 35 restaurantes de comida típica situados en este lugar.

Ramiro Pillco, propietario del asador El Buen Sabor, afirma que el producto más solicitado es el cuy con papas, sobre todo los fines de semana. “Preparo al menos 20 cuyes y pollos cada día, aunque también entre semana elaboramos productos bajo pedido”.

Entre los platos disponibles están: chancho a la barbosa, carne asada, mote pillo, mote sucio, caldo de mocho, habas con queso, trucha asada, entre otros. Los precios van desde los $ 3 hasta los $ 35.

Por otro lado, la bebida en la zona es el ‘agua de frescos’ u horchata. “Es también medicinal, se utilizan más o menos 25 montes. Entre ellos: toronjil, cedrón, oreja de burro, flor de naranja, ataco y alelías”, señala ‘doña Ceci’, comerciante.

Avanzando por el biocorredor, a pocos metros de la iglesia La Inmaculada, se levanta el Ecomuseo del Yanuncay, propiedad del artista David Pasaca. “Ocupo pedazos de madera, ramas y troncos que encuentro por la orilla del río, reutilizo todo esto que ya cumplió su vida útil”.

Este sitio abrió sus puertas hace 10 años, hoy cuenta con 6 salas de exhibición y colecciones que van desde antigüedades hasta figuras eróticas. El tiempo de recorrido es 30 minutos y el costo de la visita es de $ 1 para turistas y $0,50 para niños y adultos mayores.

Cerca de la comunidad de Soldados, Fanny Auquilla, turista guayaquileña, se detiene a tomar una fotografía de la cuenca del Yanuncay. “La comida es buenísima y la vía está en perfecto estado. Vengo también por las aguas termales porque son muy buenas para la salud”, acota Auquilla, mientras emprende el viaje hacia las Termas de San Vicente.

“En el turismo es necesario transformar los recursos en productos que puedan consumirse. En San Joaquín y en el biocorredor teníamos un sinfín de recursos esperando convertirse en productos. Y después de todo un proceso, lo logramos”, enfatizó Tania Sarmiento, quien es la directora ejecutiva de la fundación Turismo para Cuenca.

“Ahora el objetivo es que el turista conozca Cuenca, que disfrute de los atractivos que el centro histórico puede ofrecerle, pero también que incluya en su recorrido a sectores rurales como San Joaquín”. (I)

Los turistas llegan, generalmente, los fines de semana, para pasear en la orilla del río, o simplemente para saborear los platos criollos que se venden en este sitio de Cuenca.

DATOS

El servicio de transporte urbano al lugar cuenta con dos líneas de buses (8-19) desde Cuenca.

Además, la compañía Trans Occidental ofrece recorridos que se extienden hasta la comunidad de Barabón, todos los días.

En el trayecto se puede apreciar más de 25 puentes de madera que han soportado las crecidas del río Yanuncay en diferentes épocas.

De lunes a jueves el sector casi pasa desapercibido. Muy pocos restaurantes están abiertos y son pocos los visitantes que llegan. (I)