Desde mediados de 2015, los países exportadores de petróleo están siendo afectados por una disminución del precio del barril de crudo. Apreciada a la distancia, esa tendencia tomó por sorpresa a la mayoría de las naciones petroleras.

Hoy, en la ciudad de Doha, localizada en el Estado Árabe de Catar, que está ubicado en una pequeña península en el golfo Pérsico, se reunirán los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros países petroleros no adscritos a ese cartel.

El propósito básico de su encuentro sería alcanzar acuerdos para estabilizar los precios internacionales de crudo y ubicarlos por encima de $ 40.

Los acuerdos podrían ser limitados y poco vinculantes

Hace unas cuantas semanas, la posibilidad de estabilizar el precio dependía de una reducción del volumen de crudo producido por los grandes oferentes, dígase Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia e Irán. Esta expectativa, empero, parecería disolverse.

Además de que solo 18 países confirmaron anticipadamente su participación en el encuentro en Doha, se avizoran otros escollos relacionados con las estrategias geoeconómicas de los países y las regiones.

Hasta el viernes pasado, Irán confirmó que enviaría a un representante oficial, pero no a su ministro de Petróleo,  Bijan Namdar Zanganeh. A su vez, ese país reiteró que no disminuiría su producción hasta los niveles existentes en enero.

“Irán ya ha anunciado que no puede unirse al plan para estabilizar los precios del petróleo mientras no vuelva a su nivel de producción y de exportación previo a las sanciones” internacionales, declaró Akbar Nematollahi, a la agencia Shana.

Una posición similar mantiene Arabia Saudita. Su ministro de Petróleo, Ali al-Naimi, parecería haber cancelado cualquier acuerdo incluso antes de que pudiese emerger.
En declaraciones reproducidas por The Saudi Gazette, el Ministro respondió “olviden ese tema” cuando le preguntaron si su Reino reduciría su producción, añadiendo además que “los precios del petróleo son siempre volátiles”.

Según TV-Novosti, sin embargo, Rusia sí abría manifestado su disposición de mantener durante 2016 su producción de crudo en el nivel de enero.

El mercado tendría un nuevo equilibrio a partir de agosto    

Independientemente de cuál fuese el resultado del encuentro en Doha, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé un cambio en el mercado internacional para el segundo semestre. La razón sería la reducción de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos.

“Desde hace varios meses anticipamos un aumento sostenido de la demanda de petróleo y una caída de la oferta no OPEP. Este escenario está tomando cuerpo, y el mercado petrolero parece estar acercándose al equilibrio en la segunda mitad del año”, indicó la AIE.

En caso de decidirse un congelamiento de la producción en Doha, según dicha Agencia, “el impacto en el suministro físico de petróleo sería limitado”.

En marzo, los países no miembros del cártel extrajeron 56,8 millones de barriles diarios (mbd), es decir 180.000 menos que el mes anterior, y sobre todo 690.000 bd menos que el mismo mes del año anterior.

“Hay señales de que se está acelerando la esperada caída de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos”, indicó la AIE, que representa los intereses de los países consumidores y tiene su sede en París.

En 2016, se prevé que la oferta de los países no OPEP disminuya en 710.000 bd con respecto a 2015 y que la producción quede estabilizada en 57 mbd. De esa caída, se espera que 480.000 bd correspondan a Estados Unidos.

En marzo, los países miembros de la OPEP produjeron 32,47 mbd, en ligero repliegue de 90.000 bd. La oferta iraní, en aumento desde el levantamiento en enero de las sanciones internacionales, compensó los problemas de suministro en Nigeria, Irak y Emiratos Árabes Unidos.

La producción iraní aumentó en casi 400.000 bd desde el levantamiento de dichas sanciones, aunque “el ritmo de su regreso al mercado es más comedido de lo que algunos esperaban”, puntualiza la AIE.

Por otra parte, en lo relativo a la demanda mundial de crudo, la AIE espera que crezca en 1,2 mbd y llegue a 95,9 mbd en este año. Sin embargo, este eventual aumento evidenciaría una desaceleración de la demanda con respecto al incremento de 1,8 mbd registrado en 2015.

La razón para esta paradoja radica en la demanda menos vigorosa de petróleo en Europa, China y Estados Unidos.

Por ello, India podría arrebatarle a China el papel de motor principal del crecimiento del consumo de crudo en el mundo.

Latinoamérica asiste sin unificar posiciones

En América Latina, la exportación de crudo constituye una importante fuente de ingresos para países como México, Venezuela, Ecuador y Brasil.

En mayor o menor medida, todos estos países han sentido las consecuencias de la reducción de los precios del crudo en la dinámica de sus sectores público y privado. A pesar de las urgencias macroeconómicas, sin embargo, aquellos no lograron articular una posición conjunta durante el último año.

A la reunión en Doha, los representantes de los gobiernos de países latinoamericanos asistirán con posiciones definidas de manera unilateral. El gobierno ecuatoriano intentó infructuosamente revertir tal situación y propiciar una cooperación estratégica entre países.

El pasado 5 de abril, en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Quito, se realizó una reunión preparatoria al encuentro en Doha en la cual participaron representantes de los gobiernos de Bolivia, Colombia, Ecuador, México y Venezuela.

En esta reunión, el vicepresidente de la República, Jorge Glas, enfatizó sobre la trascendencia de estabilizar la dinámica de los mercados de crudo mediante decisiones compartidas por los países petroleros latinoamericanos.

“Las consecuencias de no enfrentar la coyuntura tendrán un gran impacto en la economía de nuestros países a mediano y largo plazo”, enfatizó.

Este llamado a la acción colectiva no tuvo efectos inmediatos. La ‘Reunión de Quito’ culminó con el anuncio de que cada nación presentaría su propia posición en Doha. (I)