Ecuador, 23 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El valle del Chota preserva 5 siglos de herencia negra

El Centro Cultural El Juncal muestra, a través de fotografías, réplicas a escala, paneles didácticos y mapas, el origen de los pobladores del Valle del Chota.
El Centro Cultural El Juncal muestra, a través de fotografías, réplicas a escala, paneles didácticos y mapas, el origen de los pobladores del Valle del Chota.
Foto: Mario Egas / El Telégrafo
13 de agosto de 2016 - 00:00 - Carlos Jiménez

Los cañaverales y los olvidados trapiches de la molienda, ubicados en el valle del Chota, entre las provincias de Carchi e Imbabura, rememoran un trágico pasado marcado por la esclavitud negra que llegó al lugar para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar, algodón y uva que los jesuitas poseían en la zona.

Entre los siglos XVI y XVIII, los negros fueron transportados desde asentamientos africanos para sustituir a los indígenas, quienes al no estar adaptados a las condiciones climáticas del entorno y al trabajo extremo, morían con facilidad, en cambio los esclavos negros presentaban mayor resistencia a estos factores.

En el sector de El Juncal, en la Panamericana norte, en pleno valle, a orillas del río Chota, un centro cultural permite que los pobladores y los visitantes conozcan los orígenes de este pueblo.

El lugar, construido hace 5 años a base de barro, tablas y tejas, expone en paneles didácticos el proceso histórico de la esclavitud, el trayecto de la ruta de los esclavos, zonas específicas de asentamiento, mapas, fotos y réplicas de objetos usados en la era esclavista.

El antropólogo Ramiro Cabrera, señala que las haciendas jesuitas fueron una fuente de riqueza del lugar, pero las familias negras eran explotadas, porque aportaban a la producción de las haciendas.

Para el historiador carchense Amílcar Tapia, los jesuitas también se dedicaron al cultivo de viñedos, pero con poco resultado. Sin embargo, la siembra y cosecha de la caña de azúcar eran muy rentables.

Para lograr los propósitos financieros y agrícolas de las haciendas cañeras, la compra de esclavos se convirtió en una actividad fundamental, cada “pieza”, como se conocía a los esclavos, costaba entre 300 y 500 pesos, reseña Tapia.

En el año 1700, en las haciendas de Tumbabiro, Carpuela, Santiago, Chalguayacu, Chamanal, Concepción, Caldera y Cuajara, existían 2.615 esclavos de todas las edades, de ellos, 1.324 eran para trabajo pesado, el restante se concentraba en borriqueros, conductores, viejos, lisiados y menores de edad.

Tapia considera que las haciendas Concepción y Cuajara concentraban la mayor cantidad de esclavos, 380 y 268, respectivamente. Señala que de estos 2 lugares descienden los habitantes del valle del Chota y comunidades aledañas.

María Folleco, moradora de la parroquia La Concepción, recuerda que en el sitio existía un trapiche y que su padre trabajó ahí. “Yo alcance a verle esclavo a mi papá, pero con la ley agraria se acabó ese maltrato”. A raíz de esta normativa legal en 1964, que buscó democratizar el trabajo, aparecieron las comunidades que se asentaron en las inmediaciones de las cuencas de los ríos Mira y Chota.

Los sembríos de caña que aún se mantienen en la zona están muy ligados a sus raíces. La agricultura, el comercio y la ganadería son ahora el motor económico del pueblo afro. Para Jesús Chalá, los cultivos son ancestrales por la herencia esclava, “antes se sembraba para comer y hoy se cultiva para comercializar”.

Azotados por rebelarse

Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, las haciendas con sus respectivos esclavos pasaron a ser administradas por la corona española; sin embargo, los constantes atropellos de los nuevos amos generaron las primeras reacciones de los esclavizados. Hasta la abolición de la esclavitud en la presidencia de José María Urbina (1852-1856) que decreta la manumisión.

Pese a que no fue el final de la explotación. Cayeron víctimas de otra forma de servidumbre, el concertaje, en donde los amos emplearon a los antiguos esclavos bajo salarios irrisorios que condujo a deudas impagables, transferidas por herencia. (I)

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media