Un edificio de 5 plantas conserva la historia cuencana del siglo XX
Adentrarse en el museo Remigio Crespo Toral, recorrer la casa de este poeta, admirar sus obras, las pinturas y la arqueología, llevan a entender una parte de la historia cuencana. El lugar cumplió 70 años de existencia y será reabierto en abril, tras una remodelación.
La vivienda del escritor tiene 5 plantas con 2 frentes; uno de ellos da a la calle Larga y el otro al barranco del Tomebamba. René Cardoso, su director, indica por ello que la vivienda “tiene 2 pisos para arriba y 3 para abajo”.
Remigio Crespo Toral fue un destacado escritor cuencano que nació en 1860 y falleció en 1939. Cursaba todavía estudios de abogado cuando fue elegido diputado de la Convención Nacional en 1883. Fue presidente del Congreso en 1888, desempeñó después diversos cargos diplomáticos en América y Europa. Conservador en política e intensamente religioso, Crespo Toral supo ganar con su ponderación y talento el respeto de amigos y adversarios: el gobierno liberal del general Plaza lo nombró abogado consultor de la Legación de su país en Perú y en España.
Cuando corría el 3 de marzo de 1947, mediante Ordenanza Municipal, se creó en Cuenca el Museo Municipal Remigio Crespo Toral, en homenaje a las virtudes del escritor, época en la que Luis Moreno Mora cumplía las funciones de alcalde de la ciudad.
En su creación, el museo no tuvo un lugar propio, sino que su riqueza histórica tuvo que transitar por varios sitios de la ciudad. Empezó en la Asociación de Empleados del Azuay, situada en la calle Gran Colombia y General Torres, luego pasó a un edificio arrendado ubicado en la calle Luis Cordero entre Bolívar y Gran Colombia; en 1960, ocupó algunos locales contiguos al Colegio Borja. En 1963, las colecciones pasaron al espacio donde funciona la biblioteca Municipal Daniel Córdova Toral. En 1967, el Municipio arrendó parte de la casa en la que vivió el diplomático y escritor cuencano, y en la administración de Pedro Córdova Álvarez se adquirió la casa donde hoy se localiza el museo a los herederos de Crespo Toral.
La arquitectura de esta edificación obedece a una influencia del neoclásico francés. La construcción de la vivienda posiblemente corresponde al período de 1910 a 1917.
Más tecnología
El museo tiene 2 mil metros cuadrados de construcción, ya se ha decidido parte del uso de los 5 niveles. En las salas 1, 0 y -1, habrá espacios destinados a las exposiciones y el archivo histórico dedicado a Honorato Vásquez y las reservas del museo.
El nivel -2 será el espacio tecnológico, las reservas y los centros de digitalización e investigación del museo y la reserva de pintura.
En el nivel -3 estarán la cafetería y el departamento educativo o de mediación. Para las exposiciones permanentes se han destinado el Salón Amarillo y el Salón Rojo. “El objetivo es contar bien la historia cuencana de inicios del siglo XX”, indicó Cardoso.
La primera parte del proceso de implementación tecnológica es la digitalización, cambio que se trabaja de forma paralela a la restauración del inmueble. Además, habrá una inversión destinada a mejorar la comunicación virtual, es decir, en aplicaciones y páginas web, dijo Adrián González, contratista a cargo de estas instalaciones. Los equipos de iluminación para las obras se importan desde Italia. Por otro lado, la reserva permanecerá expuesta “como en ningún museo del país” indicó Cardoso, ya que se podrá ver a través de una pared de vidrio.
La Casa-Museo Remigio Crespo Toral posee una de las más valiosas colecciones documentales, históricas y de arte del país. Se destaca su archivo histórico que cuenta entre sus bienes más valiosos a los primeros Libros de Cabildo de la ciudad. Cuenta asimismo con una gran colección arqueológica con piezas que corresponden a la historia aborigen del Ecuador, y con centenares de obras pictóricas y escultóricas de los períodos colonial, republicano y del siglo XX, entre las que figura la colección de cristos tallados por el gran escultor cuencano José Miguel Vélez (1829-1892).
Las salas históricas del museo con su mobiliario y diversas artes decorativas de inicios del siglo XX, como el Art Decó, conforman uno de los atractivos de este centro museográfico. Las fotografías de la época construyen un marco visual sugerente que contextualiza parte de la historia de quienes habitaron esta centenaria casa. Un pequeño espacio dedicado a la aviación ecuatoriana, recuerda cuando en 1920 el aviador italiano Elia Liut, en su pequeño biplano, Telégrafo 1, llega a Cuenca en medio del asombro de los habitantes. Todo esto suma 17.895 piezas históricas. (I)