Alrededor de cuarenta personas que trabajan en los centros geriátricos de Cuenca fueron capacitadas por técnicos de dos ministerios.
El objetivo es que estén preparados para atender cualquier requerimiento de los adultos mayores en esos espacios.
De ahí que médicos y funcionarios de los ministerios de Inclusión Económica y Social (MIES) y de Salud les hablaran sobre el mal de Alzheimer.
Los encargados de la atención a los ancianos deben realizar periódicamente valoraciones integrales con un equipo médico multidisciplinario, cuya finalidad es obtener un diagnóstico a tiempo sobre cualquier tipo de patología que pueda ser tratable.
Rubén Guerrero, representante de centros geriátricos, manifestó que no se cuenta en todos los centros con especialistas de esta rama.
Añadió que los médicos se preparan continuamente en temas específicos referentes a la salud de las personas adultas mayores y que uno de ellos es el Alzheimer.
La enfermedad, también denominada demencia senil, es neurodegenerativa y se manifiesta como un deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza por la pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales a medida que las células nerviosas mueren y que diferentes zonas del cerebro se atrofian. Cuando la enfermedad avanza se presentan síntomas como confusión mental, cambios de humor e irritabilidad.