Los ecuatorianos, y en especial los cuencanos, hemos asimilado tradiciones extranjeras que al final forman parte de nuestro quehacer cotidiano.

Esta vez fuimos parte del llamado Black Friday o “viernes negro”, cuando los almacenes publicitaron su mercadería a costos menores de los que ofrecen diariamente en la ciudad.

“Es un excelente día para adquirir tecnología, pero también cosas para la cocina”, dijo Martha Tacuri, mientras compraba varios artículos en uno de los almacenes de la ciudad. Este denominado “viernes negro” en Cuenca duró hasta el domingo y cientos de personas llegaron a los almacenes para seguir con sus adquisiciones.

Varios almacenes entregaban hasta el 40% de rebaja en sus compras y facilidades en los pagos para todos los clientes de la empresa. (I)