Un año tardará la reconstrucción del antiguo seminario San Luis, incendiado el pasado 15 de agosto. La ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa y autoridades de la provincia realizaron una inspección ayer por las instalaciones y constataron los trabajos de emergencia que se realizan.  

La Secretaria de Estado dijo que se han invertido alrededor de $200 mil en trabajos emergentes consistentes en la remoción de escombros, construcción de soportes, instalación de protecciones, entre otros. También señaló que los estudios para la reconstrucción estarán listos para el mes de diciembre y que existe un presupuesto de $6 millones para la readecuación.

El 15 de agosto un incendio, cuyo origen aún no ha sido determinado, provocó la destrucción de al menos 2.500 metros cuadrados, de los 7.000 metros cuadrados de construcción.

Espinosa dijo que el seminario tiene espacios muy grandes que en el futuro permitirán tener diferentes usos. “Lo que es importante es garantizar el buen estado del inmueble y garantizar que sean espacios de uso público. El patrimonio debe servir para eso”, manifestó.

Tras el flagelo, 15 locales que funcionaban en la parte baja del edificio quedaron cerrados ante el peligro de un posible deslizamiento de vigas. Asimismo la calle Bolívar aún sigue bloqueada al tráfico vehicular, para evitar algún riesgo.

El alcalde Paúl Granda dijo que recién ayer recibieron los informes técnicos, los cuales deben ser analizados e inmediatamente se tomarán decisiones. “No se puede poner en riesgo la integridad física de las personas”, manifestó.

El burgomaestre expresó que a primera hora de hoy los dueños de los locales comerciales tendrán ya una respuesta para saber si abren o no sus comercios. “Todo dependerá de lo que diga el COE”, enfatizó la autoridad municipal.

El arzobispo de Cuenca, Luis Gerardo Cabrera, dijo que es hora de poner manos a la obra en la reconstrucción del seminario. “Ventajosamente tenemos un estudio realizado por el arquitecto Fausto Cardoso y que servirá de base para realizar los reajustes necesarios”, afirmó. 

El prelado está a la expectativa de los establecimiento que vayan a abrir, pues “hay algunos que no sufrieron ningún daño”.

Los dueños de los establecimientos comerciales dijeron que sus pérdidas son cuantiosas. Recordaron que durante casi estos 20 días no han podido laborar ni dar trabajo a sus dependientes.