Nuevamente comuneros de la isla Jambelí piden ayuda a las autoridades tras el último aguaje que destruyó ocho casas, tiene en peligro de caer a otras 20 y en riesgo al tendido eléctrico.

Esto último podría dejar sin energía a todo el islote, visitado por turistas especialmente los fines de semana. Restaurantes, casas, cabañas y hasta un museo marino están a punto de desplomarse, después de que se presentaran desde el lunes fuertes oleajes que destruyeron gran parte del malecón, al sur de la isla.

Actualmente Jambelí se encuentra sin agua potable, ya que el mal tiempo provocó que el sistema colapsara. Los tres días de aguaje han provocado que el malecón  prácticamente desaparezca y quede debajo de la arena. Comuneros de la isla retiran con palas el material que ha entrado a sus casas.

El problema más grave se lo vive al sur, donde las olas de hasta 4 metros golpearon con fuerza, llevándose poco a poco la arena, lo cual desestabiliza a las casas y postes.

Jimmy Bodero, uno de los perjudicados, quien vive desde hace más de 50 años en el lugar, comentó que no imaginó que el agua llegara a su cabaña, la cual prefirió desarmar antes de que el mar la derribe.

El comunero, quien se ha dedicado toda su vida a la pesca, dijo que, para ganar algo de dinero, durante los feriados su morada la convertía en un restaurante. “Todo se ha perdido, el muro de escollera que hicieron no ha servido de nada, porque han dejado grandes espacios donde entra la ola. Nosotros en la madrugada sentimos que el agua había crecido más de lo normal por lo que decidimos sacar las cosas y ponerlas a buen recaudo, pero lastimosamente se me dañaron varios electrodomésticos”, acotó.

Margarita Zambrano y Salmira Llavente también fueron perjudicadas, pues aseguran que la playa se va perdiendo de a poco. “Si todos los años sigue así, lastimosamente ya no tendremos playa”, advirtieron.

Ayer, personal de la Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) evaluó los daños y ofreció brindar ayuda a las personas que perdieron sus casas. “Lamentablemente, el norte y sur de la playa, al parecer son los más afectados”, dijo Rosa Cabrera, directora provincial de la entidad.

El retén naval de la isla, también resultó golpeado por la fuerza del mar. Allí cuatro marinos limpiaban la arena que ingresó al interior. Maquinaria del Gobierno Nacional se encuentra trabajando en el muro de escollera, el cual debía ser entregado hace dos meses, así lo aseguró Ramón Zapata, vocero de los perjudicados por el temporal.

Sin embargo, la parte céntrica de la playa no registra mayores daños y los turistas disfrutan de  esa zona. “Solo son los extremos los que están en problemas con estos oleajes. No queremos que los visitantes dejen de venir, ya que es el único sustento que tenemos”, manifestó José Cabrera.

Daños en Bajo Alto

El balneario Bajo Alto, perteneciente al cantón El Guabo, también reporta daños. Tres cabañas de venta de comida resultaron destruidas.

Kléver Matos, dirigente de la comuna, dijo que temían que los turistas dejen de visitar el balneario y advirtió que lo más probable es que las pérdidas aumenten en la zona donde funcionan los comedores.

“Hay polémica por la reubicación de los que viven en la orilla del mar con un proyecto del Gobierno. Pedimos que se haga un muro porque la gente vive del comercio”, indicó. Son 76 familias las que serían reubicadas y la mayoría corresponde a las que tienen sus negocios de comida.