Nueva Loja.-

La gran variedad de flora y fauna presentes en la provincia de Sucumbíos, la convierten en una de las más biodiversas del país. Asimismo, la riqueza mineral que durante años la posicionó como uno de los pilares fundamentales de la economía ecuatoriana, hoy le permite establecerse como una de las mayores productoras de caña de azúcar y sus derivados.

Mayra Vicent, directora de la Unidad Municipal de Desarrollo Sustentable de Lago Agrio, señala que a partir de la baja en el precio del petróleo, los habitantes de la zona buscaron formas de dinamizar sus ingresos, por lo que pusieron mayor énfasis en la agricultura, aprovechando factores como la altura de la zona y la humedad.

La provincia de Sucumbíos posee en su mayoría suelos rojos, que a pesar de no ser tan productivos como los negros, permiten el cultivo de caña de azúcar, palma africana, entre otros productos.  De hecho, la caña sembrada en tierra roja es de mejor calidad y el tiempo de cosecha es menor, señalan agricultores de la zona.

El Ministerio de Agricultura, firmó en el 2013  un acuerdo ministerial que fundamentalmente determina precios de venta de la planta,  por tonelada, brindando seguridad financiera a los campesinos.

A partir de ello, el Municipio de Lago Agrio impulsa desde el 2014 un proyecto integral que ha permitido repotenciar el sector económico con la reactivación de la Fábrica de Derivados de Caña de Azúcar. ‘Dorada’ es la marca bajo la cual se comercializa, a escala nacional, panela granulada, en bloque y miel de panela.

Orlando García es uno de los 118 productores de Lago Agrio que forman parte del proyecto municipal y que entrega la materia prima a la fábrica para la elaboración de panela.

García se muestra satisfecho con el proyecto y explica que contar con suelos rojos permite obtener un mejor producto y en menor tiempo. En estos suelos la caña de azúcar estará lista para su cosecha de entre 8 a 10 meses; mientras que en suelos de tierra negra el proceso tomará de 12 a 14 meses.

El cañicultor trabaja en este campo desde hace 40 años. Sin embargo, comenta, que nunca antes había sentido que su labor fuese remunerada adecuadamente.

“Antes nos pagaban $12 por tonelada de caña, que era un valor mínimo”, sostiene García quien asegura que hoy toda la inversión de tiempo, dinero y esfuerzo que implica la producción de caña, es reconocida; ahora perciben $ 45 por tonelada.

Los trabajadores reconocen que la agricultura ha incrementado las fuentes de empleo. Son 118 cañicultores beneficiados directamente al entregar la caña en la fábrica del Municipio, que cuenta con 19 empleados propios.

“A su vez, los cañicultores dan trabajo a un mínimo de cuatro jornaleros en cada cosecha”, explica Vincent. Muchos de estos jornaleros vienen de los cantones vecinos como Shushufindi, Cuyabeno, Putumayo, Cascales y otros sectores de la Provincia de Orellana.

El trabajo diario de los agricultores, especialmente en la limpieza de la maleza y la hoja, permitió el acelerado avance de la industria de producción de panela que tiene como objetivo llegar a mercados internacionales.

Los cañicultores explican que el proceso de producción de la planta gramínea no es tan complicado. John Suárez sostiene que la dedicación es imprescindible: “se trata se estar atentos y ser constantes. Hay que ponerles cal para evitar plagas y hacer la limpieza de la maleza para que crezcan sanas”.

Asimismo cuenta que “lo fuerte está en la cosecha”; los trabajadores cortan la caña bajo el sol, en temperaturas que superan los 26 grados. “Hay que hacerlo cuando la caña esté lista, así llueva o haga sol, de lo contrario se pasa y ya no sirve”, cuenta García, quien también señala que en la zona se dan varios tipos de caña.

El hecho de contar con variedades adaptadas a las condiciones específicas de cada región, propicia un campo cañero diverso, con características propias que permiten que el producto final que se obtenga de ellas sea, hasta cierto punto, exclusivo.

El alcalde de Lago Agrio, Vinicio Vega, destaca que este tipo de emprendimientos generan un cambio definitivo en cuanto a fuentes de empleo, ya que permite abrir el abanico para otras actividades como el turismo que está siendo explotado en el cantón y la provincia de Sucumbíos, conocidas, hasta hace poco, por la importante explotación petrolera. (I)