El pasado 2 de diciembre, la Unesco declaró a la “Música de marimba, cantos y danzas tradicionales de la Región del Pacífico Sur Colombiano y la provincia de Esmeraldas de Ecuador” como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

La candidatura binacional fue incluida en la lista por parte del Comité intergubernamental para la salvaguardia del Patrimonio Cultural inmaterial, reunido en Windhoek, Namibia. Con la aprobación de varias comunidades involucradas con la marimba, y el acuerdo entre los Ministerios de Cultura de ambos países, decidieron postular conjuntamente la candidatura para la mención.

De origen africano, con forma de xilófono, este instrumento entraría en la tercera declaratoria de un patrimonio inmaterial ecuatoriano, luego de la lengua zápara, en 2008, y la técnica de elaboración del sombrero de paja toquilla, en 2012.

Según el ministro de Cultura y Patrimonio, Guillaume Long, la Unesco felicitó a Ecuador por la calidad del expediente presentado pues contó con una investigación realizada por el antropólogo afroecuatoriano Pablo Minda.

“Esto es un proceso de largo aliento que no se logra de la noche a la mañana, reconozco el trabajo técnico del INPC (Instituto Nacional de Patrimonio de Ecuador) que ha sido muy importante, de muy buena calidad, en el que han participado alrededor de 50 comunidades y 60 gestores culturales de las comunidades afrodescendientes de los 6 cantones de la provincia de Esmeraldas”, aseguró el funcionario.

Sadia Sánchez, representante de la Unesco para Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela, recalcó que la declaratoria dará mayor notoriedad a la marimba y aportará a concienciar acerca de su importancia. Además, dijo que Ecuador tiene una de las políticas públicas patrimoniales más avanzadas de América Latina.

Se considera patrimonio inmaterial a los usos, representaciones, instrumentos y técnicas que los individuos reconozcan y que sean reproducidos constantemente de generación en generación por un colectivo en un territorio.

Esta declaratoria patrimonial inmaterial comprende la música y la danza que se producen a partir de la marimba. Este da cuenta de la historia de los pueblos afrodescendientes, pues fue muy utilizada en las zonas donde se asentaron hace siglos los esclavos que lograron huir y liberarse de sus amos, también conocidos como cimarrones.

De acuerdo con el portal web del Ministerio de Cultura, la Unesco recalcó en el comunicado “el arraigo a la familia y a la cotidianeidad de sus practicantes, sin distinción de edad o sexo, el papel de las personas de mayor edad en la transmisión de los conocimientos musicales y el papel que representan al propiciar los intercambios simbólicos. Todos ellos fortalecen el sentimiento de pertenencia a un grupo humano específico vinculado a un territorio y un pasado histórico comunes”.

Guillermo Ayoví, conocido en el mundo artístico como ‘Papá Roncón’, es un importante representante de la marimba. En 2011 recibió el Premio Eugenio Espejo, por parte del Gobierno Nacional, por su trayectoria como difusor de la cultura afro; fue el fundador de la escuela La Catanga y ha sido embajador musical en países como Francia, Japón, Corea y EE.UU.

La declaratoria coincide con el primer año del decenio afrodescendiente, cuyo período fue dispuesto por la Unesco entre 2015 y 2025. En ese marco, el Ministerio de Cultura ha realizado varias actividades como la Ruta del Cimarrón. (I)