Más de una decena de deportistas tulcaneños pedalearon en la Vuelta al Valle, una de las competencias con más tradición en el vecino país de Colombia, en la que esta vez participaron mil personas.

La Vuelta al Valle es una de las competencias más emblemáticas del ciclismo colombiano. Este año se conmemoran 60 años de pedalazos en la competencia diseñada para todos los estilos y condiciones.

La Escuela Municipal de Ciclismo Somos Carchi también participó en la Micro Vuelta al Valle, en Buga. El giro cafetero se cumplió con un trazado de 280 kilómetros.

Esta carrera se ha caracterizado por ofrecer un trazado equilibrado, en el que la tradición es iniciar con una contrarreloj individual. Después hay una etapa en terreno llano y, posteriormente, la jornada montañosa, en la que prácticamente se define la competencia.

Para los 11 pedalistas carchenses que participaron en el torneo, esta fue una experiencia inolvidable porque se trataba de la primera competencia internacional y en un país que se caracteriza por sus grandes glorias en el ciclismo. “Más allá del alto nivel competitivo, nuestros ciclistas siempre disputaron los primeros lugares”, dijo Germán Montalvo, coordinador de la Escuela Municipal, quien agregó que las 3 etapas fueron rápidas, porque se trataba de circuitos netamente planos.

Tulcán es un referente del ciclismo en el país. A finales de julio, los carchenses ganaron la séptima edición de la Vuelta al Imbabura Joel Burbano, ciclista de Tulcán, con un tiempo de 1h 45m 41s, obtuvo el primer puesto en la categoría élite. El segundo lugar fue para Pablo Caicedo, que el año anterior marcó un récord en esta prueba.

En esta ciudad han nacido ciclistas de ruta reconocidos por su trayectoria deportiva.

El año pasado, cuando tuvo lugar la XXXIV edición de la vuelta ciclística al Ecuador, el triunfo fue para Juan Carlos Pozo y Richard Carapaz, quienes alternan su actividad deportiva con los estudios y las labores agrícolas.

Así son los pedalistas de la provincia del Carchi, gente de cuna humilde con decisión y temple.

Según la página web Tulcán Online, el uso de la bicicleta nació en los albores del siglo XX como un medio de transporte de bajo costo para las clases pobres que les permitía recorrer largas distancias hasta sus lugares de trabajo.

Para los jóvenes la bicicleta es un símbolo de libertad que se convierte en una herramienta de trabajo o en una oportunidad para forjar su futuro en el deporte, el cual requiere cubrir características especiales que se logran con años de entrenamiento y que en el caso de los carchenses, son parte de la rutina de ir desde su hogar al lugar de estudios o a sus labores en el campo. La geografía agreste de la provincia del Carchi es el mejor escenario donde se prueba la fuerza y la tenacidad de los jóvenes, para luego ponerla en práctica en las competencias con rivales nacionales o extranjeros. La bicicleta está presente en la vida de los habitantes de esta provincia. De hecho, hay muchas personas que se dan cita cada noche de domingo para recorrer Tulcán en bicicleta. Se trata de una iniciativa que busca posicionar el ciclismo urbano como una alternativa de transporte y convivencia vial.

La idea original fue crear un grupo de ciclistas que quisieran hacer de esta una actividad semanal en la que participen personas desde los 10 hasta los 99 años.

En los encuentros participan niños, jóvenes y adultos que recorren la ciudad y se dan a conocer ante curiosos transeúntes y conductores que testifican las primeras caravanas ciclísticas urbanas nocturnas de esta provincia. (I)