Los jóvenes Gabriel Pazmiño y Leonardo López tienen el mismo anhelo: ver convertido al sector La Poza, de Manta, en un parque familiar. Este sitio está ubicado en la parroquia Manta.

En 2018 sembraron 68 árboles en el lugar, que está en el borde costero del cantón. Hace más de dos décadas era un muelle pesquero y luego fue abandonado. 

Sobre este espacio se habló por años de muchos proyectos para darle vida, pero ninguno se concretó.

La ciudadanía se sumó a la iniciativa de los dos jóvenes mantenses, quienes   convocaron en las redes sociales y hoy se denominan la comunidad ambientalista “Manta Respira”.

En la actualidad, 88  árboles de diferentes especies están plantados en La Poza. Entre ellos el olivo negro, nim, algarrobo, acacias, entre otros.

Pazmiño, comunicador social, explica que esta es la primera etapa.  Estiman que hasta el próximo octubre tendrán sembrados 200 árboles, porque para ese mes planificaron iniciar la segunda fase, que contempla plantar 200 arbustos más.

Toda esta siembra (adyacente al parque canino que funciona desde diciembre  de 2018) se ha realizado de manera técnica, tanto el cambio de suelo como la altura y distancia de arbusto a arbusto, que recomiendan los entendidos.

“Manta Respira” es asesorado  técnicamente por la Dirección Ambiental del Gobierno Provincial. Tiene el apoyo del GAD local en cuanto al riego de las plantas por el departamento de Parques y Jardines.

López, servidor público y ambientalista que ha sembrado según sus cálculos unos 3.000 árboles en diferentes partes del país,  siempre visita el lugar, al igual que Pazmiño.

Le agrada que ciudadanos  se hayan empoderado de la iniciativa y que cuiden las plantas.  

Martha Chávez, habitante del cantón,  destaca la importancia de que un proyecto se ejecute de manera técnica. Hay otras iniciativas en sitios como Los Eléctricos, donde los vecinos siembran hace 10 años especies nativas. (I)