La pequeña María Vicenta Mera camina por los campos de Santa Ana. Pone atención al canto de los pájaros mientras los observa en lo alto de las ramas de los árboles. Su madre, Lucienne Zambrano, a los 43 años, le dice que desde niña también escuchaba esos sonidos que le traen lindos recuerdos, principalmente, el canto del ave llamada Ollerita.

“Este cantón me encanta. Cuando me muera, me gustaría que mis restos queden aquí. Quisiera estar siempre rodeada de naturaleza”, comenta la mujer que habita en Manta, pero es descendiente de familiares santanenses, quienes se radicaron en la ciudad puerto en los años setenta.

Cuando se les presenta la oportunidad de estar en Santa Ana, madre e hija, junto a otros allegados, lo primero que visitan es el biocorredor turístico que acopia lugares atractivos que cruzan por Lodana, Santa Ana, Ayacucho y Honorato Vásquez. Esta zona se comenzó a potenciar desde hace 6 años.

Luis Prado, director del Departamento de Desarrollo Humano del Gobierno local, resalta que el corredor es uno  de los lugares más visitados por los viajeros. En el feriado de Carnaval acogió a miles de turistas. Se estima que al año llegan más de 60 mil visitantes.

Este biocorredor es bañado por el río Grande, también conocido como Portoviejo. En este se pueden encontrar unos 40 balnearios balnearios de agua dulce. Algunos sitios fueron inaugurados en febrero pasado. “Tenemos hosterías y hoteles, lo que ha permitido que este sector haya despuntado. La construcción de la vía Santa Ana-Poza Honda permite que exista un acceso directo hasta la represa”, comenta Vásquez.

En los balnearios, los visitantes encuentran restaurantes de comida típica, así como venta de frutas.

Uno de los puntos centrales del sector es Poza Honda. Allí se levanta el embalse donde se puede hacer turismo fluvial. Quienes llegan pueden realizar paseos en lanchas con todas las comodidades y seguridades del caso. El turismo también se está tratando de fortalecer en La Unión y Pueblo Nuevo.

Santa Ana es un cantón que descansa en un valle rodeado de cerros y montañas. Limita al Norte con Portoviejo, al Sur con Olmedo y 24 de mayo, al Este con Pichincha y al Oeste con 24 de Mayo, Jipijapa y Portoviejo.

Lo fuerte en la zona es la agricultura; existen sembríos de maíz y  arroz. Además se desarrolla la ganadería.

El porvenir del cantón

La proyección que tiene el actual alcalde, Fernando Cedeño, y el gobierno local, se enmarca en el posicionamiento cultural. En lo que respecta a la obra pública se va a regenerar el casco céntrico. Se realizan trabajos de soterramiento del cableado eléctrico con el objetivo de proyectarse “como una ciudad moderna”, dice el burgomaestre.

Esta labor comprende la reconstrucción de aceras y bordillos para realizar una transformación ornamental del entorno. “Vamos a mejorar los espacios públicos, en el sector del malecón vamos a hacer un paseo fluvial. Ya se está contratando la primera etapa”, detalló. El proyecto va desde el puente donde era el mercado de mariscos hacia arriba.

Festivales que son tradición

En el cantón se mantiene festivales como el de Careta Abajo que se realiza los 6 de enero de cada año y comienza con un ensordecedor pitazo en boca del ‘diablo’, luego de bajar desde la Loma de los Vientos. Este sonido anuncia que los Reyes Magos bajan junto a la Virgen María, José y el niño Jesús, además de pastores, cañuteros y ángeles.

Esta recreación de la historia bíblica de los primeros días de Jesús en la Tierra es una fiesta cultural que se vive con gran intensidad en el cantón. El organizador es Richard Cedeño quien trata de que estos eventos no se pierdan.  Este año el Municipio de Santa Ana lo apoyó en la realización del acto que lo ha llevado por más de 20 años.  

Además hay festividades el 25 de julio y el  2 de agosto que se recuerda la instalación del primer cabildo. En noviembre realizan actividades por el mes de las artes y el festival institucionalizado que es el encuentro internacional de poetas, que se efectúa todos los años, así como el festival de la tradición oral que es en septiembre. En esta última parte hay  generaciones que han conservado la riqueza de las tradiciones, cuentos y personajes míticos que son de singular condición en general en el cantón Santa Ana. Todavía en la zona rural se mantienen leyendas y amorfinos, entre otros.   

Para turistas como José Chávez llegar a este cantón lo exhorta al relax. Saborea su gastronomía con los exquisitos platos como el caldo de gallina criolla y seco, además del plátano asado y las ricas tongas.

No abandona esta jurisdicción sin probar un helado Polito, que venden en un local que se levanta en las calles Bolívar y Ángel Rafael Álava.

El secreto del sabor lo tiene Mercedes Cedeño que es quien los prepara. Su esposo,  Lorenzo Mieles, conocido como Polito, es quien lo pone en el congelador y los expende desde hace 21 años. Hay de todos los sabores leche con chocolate, con nísperos, de manjar, etc.,  pero a clientes como Ángel Forty el que más le gusta es el de ron con pasa.  “Son ricos estos helados”, relató Forty.  El producto ha sido degustado por algunos alcaldes incluso por prefectos, indicó Polito. De lunes a sábado su esposa fabrica 200 helados diarios y los domingos 600. “El 95 % de mis clientes es de afuera”, refiere este comerciante que cree y trabaja en el desarrollo en su cantón. (F)

Datos

Geografía. El cantón es unvalle rodeado por los cerros Peminche y Bonce al Noroeste, el cerro Mate al Sur, las Guaijas y las montañas del Sasay al Oeste.

Componentes. Está dividido en 6 parroquias; 2 de ellas urbanas que son Santa Ana de Vuelta Larga y Lodana; y 4 rurales que son Ayacucho, Honorato Vásquez, La Unión y San Pablo de Pueblo Nuevo.

Atractivos. Uno de los lugares para ser  visitados por los turistas es la cascada de Bonce, ubicada en la comunidad del mismo nombre. Adentro, un paraíso natural en el corazón de la vegetación.

Gastronomía. En Santa Ana tienen platos preparados con maní como salprieta y viche así como caldo de gallina criolla con yuca, caldo con bolas de verde, tonga, cazuela, mantequilla casera, bolones, bollos de maní con pescado, tortas de choclo, tambores de yuca con panela, hayacas de maíz y otros.