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El fin es que los estudiantes aprendan una actividad de emprendimiento

Chicos del Ieafz elaboran chocolates y mermeladas

Roxana es una de las estudiantes del Ieafz que ha aprendido a hacer mermelada. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo.
Roxana es una de las estudiantes del Ieafz que ha aprendido a hacer mermelada. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo.
28 de septiembre de 2014 - 00:00 - Redacción Regional Manabí

Es un olor atrayente. Se trata de chocolate. El aroma envuelve a quien esté cerca de las instalaciones del Instituto Especial Angélica Flores Zambrano de Manta (Ieafz).

En una cocina en el interior de la entidad educativa, un grupo de 12 chicos trabaja con el cacao para la elaboración de diversos dulces.

Además de hacer chocolates, actividad que realizan año tras año desde septiembre hasta diciembre, para tener el producto listo para las festividades navideñas, los adolescentes esta vez se animaron a fabricar mermelada. También cocinan panes de almidón.

La institución lleva 5 años elaborando chocolates. El proyecto era para motivar a que los jóvenes de entre 18 y 20 años, que están por dejar el Ieafz, aprendan una actividad productiva.

Mónica García, rectora (e) de la entidad, indica que el proceso es llevado adelante por la profesora Margarita Moreira. “Entregamos el producto al museo Cancebí y otra empresas de la ciudad. Tenemos una muy buena acogida”, destaca la docente.

Estos pedidos crecen en diciembre. La parte más divertida para los chicos es formar diferentes diseños con el chocolate. Hacen paletas, chocolates artesanales, casitas, pesebres o nacimientos.  

Lady Gorozabel es una de las estudiantes que ha aprendido a trabajar con el cacao. Como ella, los estudiantes  utilizan barras de chocolate que son derretidas a baño maría y luego  les dan forma. También trituran arroz crocante, algo que le da un toque diferente a los dulces.

Maní, café tostado, pasas y nueces son otros de los productos con los que combinan el chocolate.

Estas elaboraciones de los alumnos con discapacidad son reconocidas con el nombre de ‘Delicias caídas del cielo’, como indica la maestra. Lo recaudado es para comprar  la materia prima y para realizar autogestiones en el plantel.

Implementaron mermeladas

Roxana Delgado se apasiona mientras revuelve las fresas. Nadie interrumpe su concentración. Alrededor la observa con atención su compañera Katerine Cevallos y la madre de esta última, Dominga Castro.

Ya está en la última parte de la preparación de la mermelada. La deja enfriar y enseguida la pone en un frasco. Reparte la delicia, junto con unas galletas, entre sus compañeros. Ellos degustan y dan el visto bueno.

Roxana es parte de los 4 estudiantes del instituto que integran la clase para elaboración de mermeladas. La profesora encargada es Mercedes Holguín, instructora del Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap), quien desde agosto comenzó a impartir sus conocimientos en la elaboración de las conservas.

La preparación de la mermelada empieza con la selección, limpieza, aseo, corte y peso de la fruta. Luego, el producto es colocado al fuego, hasta obtener una mezcla compacta, a la que se le agrega el ácido cítrico, se revuelve constantemente, se deja enfriar, se envasa y finalmente está lista para consumir.

“Nuestra técnica de manufactura es muy buena. Somos muy cuidados con la limpieza de las manos, el uso de los gorros, el aseo del área de trabajo, clasificación de las frutas. Hacemos un pequeño análisis sensorial en el olor y sabor. Garantizamos que vamos a entregar un producto de calidad y muy sabroso”, indica Holguín.

Este curso está dirigido a estudiantes, padres de algunos chicos y a los profesores que han ayudado en el proceso. El objetivo es que los alumnos y sus familiares se integren a la sociedad laboral, destaca la instructora del Secap.

Además, los chicos aprendieron a fabricar almíbar. Al final se les entregará un diploma, que se certifica que ellos están calificados para trabajar en esta actividad. Víctor Alcívar, terapista ocupacional del Ieafz, resalta que el objetivo de la institución es que también los docentes estén “participando en los talleres, para después seguir enseñando a los demás chicos”.

José Zambrano, estudiante de 18 años, con una sonrisa contagiante, indica que fue muy detallista al momento de aprender la elaboración de la mermelada. A él le gusta mucho la conserva de mora.

Además del área cocina, en el Iefaz están los espacios de horticultura, siembra de plantas,  mantenimiento y también hotelería y turismo.

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