Los rieles abandonados de un tren que unió a los pueblos del sur
Foto: Fernando Machado / El Telégrafo
03 de Septiembre de 2016
Entre los verdosos paisajes del cantón Cañar, en la provincia del mismo nombre, ni los deslizamientos de tierra, ni la hierba o la maleza han sepultado la historia del ferrocarril, que inició en 1915, en el sur de Ecuador.
En la parroquia Honorato Vásquez, los rieles y los túneles mantienen vivo ese recuerdo del tren que unió a los pueblos de la Sierra y la Costa. Por varias décadas, algunos de estos parajes fueron puntos de encuentro y comercio; hoy reflejan la soledad de los pocos moradores que diariamente transitan la zona pastoreando sus animales. (I)